Buscado a alguien [Día 1 de Enero, Mañana Temprana]

Estaba en el patio interior, las mariposas revoloteaban y los shinigamis salian corriendo. Vale primero tenia que averiguar el nombre del desayuno, despues encontrarlo.

Ver los peces en la charca me da hambre, el gato no. Me acerco a la charca para ver si son comestibles. Por desgracia solo encuentro unas mierdas de algas. Pero seguro que son muy nutritivas (pienso mientras rugen mis tripas) las cojo las algas y par de peces. Seguro que puedo preparar sushi con esto.

Limpio el fondo un poco, para ver que cordones era lo que habia en el fondo (sin quitar el ojo a los peces)

*Rugidos de tripas*

Mientras ella me contaba que no era mas que una shinigami rasa, y me decía que lo bueno era ayudar en lo que pudiera, sentí un enorme deseo de abrazarla fuerte, pero no lo hiuce. Por que ella me habia correspondido acariciandome la cabeza. Daba gusto escuchar gente que tubiera esa mentalidad, sin ganas de escalar puestos a toda costa ni ser un alto cargo por narices...

-Supongo que lo bueno es poder formar parte de esto...además creo que los rangos poco demuestran...el capitán, por mucho rango que tubiera, no sería nadie sin buenos subordinados y sin gente dispuesta a trabajar y esforzarse - dije en un tono completamente normal, como si esas deducciones fuesen corrientes de una niña de trece años, auque la verdad fuera distinta.

Nos encaminamos hacia el patio, para hacer rebotar las piedras en el estanque, y en ese moento una forma se recortó cercade él. Parecía un muchacho en el borde del estanque.

-Valla, parece que no estamos solas, pequeño pez...-dije sonriendo mientras avanzaba.

Al llegar al borde dejé todas las piedras y observé al muchacho durante un momento. Estaba arreglado y parecía mirar al estanque con interés. Así que sencillamente me dediqué a saludar.

-Buenos días, por la mañana...-dije con una sonrisa y tono cordial, luego volvi a mirar a Kyoko. - bien, empecemos... voy a enséñarte como se hace ¿vale?- dije cogiendo una de las piedras, que no era esa maravillosa de lso siete saltos - cgemos la piedra entre el indice y el pulgar, con lo chato por debajo, tomamos impulso y la lanzamos, frenando con un golpe seco, procurando que se quede paralela al agua...-dije mientras hacia el movimiento de lanzar sin soltar la piedra. - así...intentalo tu. Lanza una, a ver como lo haces...-dije cogiendo una piedra, poniéndosela en la mano y sujetándola por la cintura para girarla hacie al estanque, como si de una profesora me tratara.

Kyoko sonrió, asintiendo suavemente. Kagerou tenía mucha razón pensando que una organización depende tanto de un líder como de sus subordinados. Si el líder no puede cohesionar, los subordinados serían como dedos en una mano de palma débil, sudorosa y temblorosa que empuña una espada. Si los dedos, por contra, actuasen independientemente o fueran enfermizos, el resultado sería el mismo: pésimo para el espadachín.

Entonces Kagerou empezó a explicarle cómo se lanzaban las piedras, mientras la pelirroja miraba unos segundos al hombre, que parecía demasiado concentrado en la superficie del agua. Bien, quizás luego debiera revisar ese punto en concreto. De pronto notó su cintura rodeada por el brazo de la muchacha (que más o menos eran de una altura similar, ahora que lo pensaba) y le cogía de la muñeca, explicando el movimiento.

De pronto, se sintió como cuando empezaron a enseñarle a empuñar una espada, y asintió, concentrada. Inspiró profundamente, lanzó la piedra... y se hundió profundamente en el agua

Vaya... me temo que tengo que practicar más

Malditos peces - Grito mientras estoy casi ya totalmente empapado. El hambre aprieta y la mision me pide hacer un buen desayuno. Me concentro en intentar ver el reitaksunoseque de los peces. De esa forma los percibire mejor y los capturare. Ademas asi podre hacer shushi con ellos.

Minijuego captura peces con iruka.

Spoiler:

Galeko iba paseando por el patio interior para acortar camino. Cuando escuchó un chapoteo en el estanque del centro, pudo ver a Iruka, Kageru y Kyoko en la orilla.

Como aún tenía algo de tiempo, Galeko se acercó al grupo del lago por mera curiosidad. Cuando estuvo a la altura de Kageru y Kyoko, se dió cuenta de que Iruka hacía honor a su nombre y estaba empapado. Pero algo llamó la atención de Galeko; Peces, algas, y un gato que le observaba. ¿No eran esas las indicaciones de había recibido de la primera Mariposa Infernal?

Galeko miró a Iruka y entabló conversación con él.

-Buenos días. Te veo muy interesado en esos peces.
Cuando el joven se aproximó al agua, los peces se agitaron y dejaron mostrar algo al fondo. Galeko sacó un centímetro a su Zampakuttô, y un suave viento agitó el estanque, haciendo que los peces se revolucionasen. Pudo observar que había algo escrito en mosaicos al fondo. A continuación cerró a Yopelure en su vaina y volvió a dirigirse hacia Iruka.
-¿Podría ayudarte a descubrir el nombre que ambos buscamos?

*Lentamente, ambos shinigamis sienten como un reiatsu de proporciones ciclopédicas se aproxima hacia su posición. Es enorme, inmenso, realmente de una proporción casi inconmensurable*

*Cuando piensan que la intensidad de la energía no puede aumentar más, ven la figura recortada por la luz del sol del amanecer de un ser de más de 2m de altura y que probablemente sobrepase los 140kg de peso, en pie sobre el tejado. Parece un gigante, y le acompaña un enorme perro negro que tiene todo el aspecto de un can del infierno*

*La figura los mira. Lleba el pelo recogido en una larguísima coleta anudada con una cinta de pelo roja y la empuñadura de su espada, igual de grande que el, asoma por su hombro izquierdo*

- ¿Tienen algun problema, camaradas? *pregunta, con una voz que retumba como un trueno, aunque su tono sea amable*

"La gilipollez del capitán solo puede estar relacionada con una extensión de agua medianamente grande y esta es la única que hay lo suficientemente cerca como para llegar a la hora a la reunión..." *piensa Gentatsu, hastiado*

Galeko Fasala escribió:-Bla bla bla días. Bla bla bla interesado bla bla bla peces.

No escuche nada, estaba demasiado concentrado intentando cazar unos peces. Pero no el petardo del shinigami... (Me giro y le veo el rostro) tan guapo, que ignorarle seria aun más estupido que mirarle embobado como estaba haciendo. Desenvaino un poco su Zampakuttô, y senti como un fuego me excitaba por dentro.

Luego sus bellos ojos se cruzaron con los mios. Y con una dulce voy se dirigio a mi.

Galeko Fasala escribió:-¿Podría ayudarte a el amor que ambos buscamos?

- Por supuesto, soy Ikaru, disculpa Iruka. Estoy a tu completa disposición 24 horas al dia. *hilillo de sangre por la nariz*

Narrador:

Después de la intervención de Galeko, los peces vuelven a emborronar el fondo con lo que no se venada, ni siquiera la parte de la superficie.


Respetad los turnos de posteo por favor

[Iruka- Kagerou-Kyoko-Galeko-Tobikunai]

Observé como en un momento todo se llenaba de gente. Un muchacho se acercó y desenvainó la zampakuto, haciendo que los peces se alejaran en el agua, pero en seguida volvieron a emborronar el fondo. sin embargo me pareció observar algo en el mosaico...

¿Por qué estarían todos allí a esa hora y mencionaban algo de buscar un nombre? a saber que ocurrencias tendrían...o habrían tenido otros.

Tube que darme la vuelta para observar al poseedor de un riatsu que se extendía sin control ninguno. La verdad es que era bastante fuerte y voluminoso, sin embargo, le valdría mas saber ocultarlo. semejante fuerza es mucho mas sorprendente si no se va percibiendo a un millar de kilómetros, aunque no se podía decir que él fuese exáctamente discreto, midiendo lo que medía.

Le miré con una sonrisa juguetona. Apenas si le llegaba por la cintura. No, quizá menos... sería divertido entrenar con alguien así, sin ninguna duda. Sin embargo, y aunque estube tentada de hacerlo, no liberé nada mas de mi riatsu, perfectamente contenido y camuflado a un nivel que no levantara sospechas.

Me vi envuelta en todo aquel pollo sin verlo venir siquiera. Con lo tranquila que estaba yo tirando piedritas al estanque. Suspire de forma cansada, y volvió a mirar a Kyoko.

-buenos días a todos - dijo con mucha energía, casi en un grito. Luego volvió a coger una piedra y se la tendió a Kyoko - Vamos, esta vez la lanzaré contigo. - dijo mientras preparaba el movimiento - recuerda, tira fuerte y paralelo al agua...¡Una, dos, denúnciame y muere!-dijo soltando una de las piedras, que rebotó 5 veces sobre el agua antes de perderse, y diciendo una frase que había escuchado una vez, la cual había resultado divertidisima.

Esto hizo que los peces se dispersaran un poco enlodazando algo mas el fondo del estanque. Luego miré a Kyoko de nuevo, sonriéndola.

-Acabarás pillándolo, solo hace falta practicar un poco - dije mientras rebuscaba en una pequeña bolsita que llevaba colgada de un lado del Obi. De ella saqué un enorme y calientito panecillo, hecho no hace mucho, que había cogido. No me gustaba desayunar demasiado, pero comía mucho, así que me guardaba algo para picar durante el día. Me senté algo retirada de Kyoko, para que siguiera intentando rebotar las piedras y di un mordisco al panecillo, que crujió con un agradable ruidito, y lo saboree con cara satifecha...estaba delicioso...

Madre mía, cada vez llegaba más y más gente, y a cada cual más variopinto. Y además todo hombres, todo fuera dicho. A decir verdad no le sorprendía demasiado, las organizaciones militares o cuasimilitares siempre tienen una mayor proporción de hombres que de mujeres, ya sea por pura misoginia o porque a las mujeres en general no les interesaba (que también ese caso podía darse), pero no por eso le interesó acercarse: Todos parecían de su misma división (O al menos tenían el mismo encargo que ella a juzgar por sus palabras y actitudes), y era muy consciente del orgullo masculino y de que probablemente se sintiesen dolidos si por algún casual ella se acercaba y solucionaba el acertijo. Además, tanta gente la agobiaba, y podría terminar actuando incorrectamente, algo que preferiría no permitirse.

Por otro lado, siempre podría mantener un oído en su dirección y esperar a que resolviesen el acertijo por ellos mismos y luego repetir lo mismo cuando se marchasen, lo cual la ahorraría algo de trabajo, aunque pareciese algo poco honorable.

Kagerou saludó a los chicos y ella hizo una respetuosa reverencia en su dirección cuando miraron hacia ellas (fdi: porque supongo que alguien se girará hacia la niña que les saluda a voz en grito ^^U), volviendo a concentrarse en el proceso de lanzar la piedra, sopesándola entre sus finos dedos. Tras lanzarlo de nuevo, y no lograr que botase (debía ser el ángulo de incidencia contra el agua, seguro), Kagerou la dirigió unas palabras amables, a lo que ella la sonrió agradecida, y se fué a un lado a comer un panecillo que sacó de su obi.

La pelirroja no pudo evitar sonreir maternalmente a la niña al verla devorar con satisfacción ese tentenpié, y volvió a centrarse en el estanque. Entrecerró los ojos, cogió una nueva piedra, echó la mano hacia atrás, se concentró, suspiró... y lanzó la piedra.

Cuando hizo un rebote (sólo uno), la mujer vestida en el Kimono de color salmón no pudo evitar soltar una exclamación de alegría, dando incluso un ligero saltito que la hizo parecer por unos momentos totalmente infantil, como su compañera, aunque pronto recobró la compostura con un ligero sonrojo, dispuesta a intentar de nuevo repetir tal hazaña

El ambiente se iba animando.

"Por supuesto, soy Ikaru, disculpa Iruka. Estoy a tu completa disposición 24 horas al dia"
El amable Iruka respondió de una forma muy kawai la proposición de Galeko, pero éste careció de tiempo para contestar.

Un sorprendente y enorme Shinigami hizo acto de presencia y dejó perplejo a Galeko. Era grande. Gigante. Enorme. ¡No, espera! ¡ERA MÁS, ERA GRANDE!
Si sus paralizados músculos se lo hubiesen permitido, seguro que a Galeko se le hubiese desencajado la mandíbula...

Poco después, un simpático grito proveniente de la Shinigami pelirroja le hizo salir de su asombro.

Galekó volvió a observar el estanque. Pero algo iba mal. La cristalina agua, sólo enturbiada por la agitación de los peces, comenzó a teñirse de rojo.

Galeko, sintió cómo el tiempo se paralizaba. El mundo a su alrededor se silenció. Sólo podía oír el inapreciable suspiro de Yopelure, el viento cercano pasando su inmaterial mano por las hojas cercanas acariciándolas... y una gota caer.

Galeko se inclinó sobre el estanque. Hasta el corazón se había silenciado. Nunca en su vida se había sentido tan...

[Un flashback recorrió la mente de Galeko. Una gota de sangre recorría su mano sin vida para precipitarse hacia el suelo...]

Cuando Galeko reaccionó, otra gota de se fusionó con el lago. Sin pensarselo, Galeko observó el origen de ese viscoso líquido que estaba tiñiendo el estanque... ¿era parte de la prueba que les había asignado su Capitán?

Sangre.

Por la nariz.

La expresión de Galeko fue de simple. La sangre provenía de la nariz de Iruka. Y éste le estaba mirando.

Ni Shinigamis gigantes.

Ni Shinigamis pelirrojas y kawaiis.

ESO si que deja KO a cualquiera.

Galeko se resbaló sin apenas mover su cuerpo. La expresión de Iruka le había dejado petrificado. Hasta que cayó al agua.

Cuando Galeko se incorporó, pudo notar bajo el la arena removida por los peces y el mosaico que ocultaba... Pensó en limpiarlo un poco y mirarlo para saber que pone...

Narrador:

Galeko cae al agua y se golpea la espalda. Nota el mosaico pero la tierra le envuelve las piernas y el cuerpo que toca el fondo. Los peces huyen de su posición hasta el otro extremo.

Nota: el agua cubre por la cintura si se está de pie.

*Gentatsu, el ciclopédico shinigami que sigue sin bajar del tejado, hace una leve inclinación de cabeza para saludar a la pequeña shinigami que le ha saludado*

*En su fuero interno, piensa: "Debe ser alguien durillo. De hecho, por aqui, salvo el que acaba de caer al agua, todos deben ser duros. Han soportado la intensidad de mi reiatsu contenido sin siquiera cambiar de expresión, así que... ¿Donde pollas he ido a meterme?"*

*Sin embargo, si cara seria, de facciones angulosas y rasgos animales no cambia su expresión de bien fingida afabilidad, mientras se sienta en el tejado. Aun sentado, sigue siendo más grande que la mayor parte de los hinigamis presentes y es igual de alto que la enorme perraza negra que le acompaña. Ambos, Shinigami y animal, mantienen un respetuoso silencio mientras esperan a ver como se soluciona una situación que, en su mente, ambos han solucionado varias veces*

*Pero no les apetece embarrarse ni mojarse, así que ahí están, esperando a poder leer lo que quiera que ponga en el mosaico desde el tejado, la mejor posición*

*El fuego crece en mi interior, ira, odio, mi corazon ahora latia con fuerza. Ademas tenia unas grandes ganas de matar. Con el dedo pulga limpio el hilillo pequeño de sangre que recorria mi rostro.

Sentia el lago, cada gota de agua gritaba, oia su voz pero no la escuchaba. La expresión de mi rostro se transformo. Mi reiatsu aumento. Pero con una intensidad descontrolada.

Ahora no es una sonrisa sincera, ahora era malefica. Agarro del traje a Galeko y lo elevo por encima del suelo.

El silencio se apropiada del patio y solo se oye una frase.

NO VUELVAS A ASUSTAR A LOS PECES- Tras ejecutar esas amenazantes palabras, lanzo al sinigami fuera del lago - La proxima vez tendremos algo mas que palabras.

El agua esta agitada, mi corazon se calmaba junto al reiatsu. Se me habian acabado las ganas de coger los peces. Pero observaba al shinigami cabrón.

Me había despertado pronto, como todas las mañanas y mientras me vestía con un bonito kimono azul y blanco recibí tres mariposas infernales de parte del capitán. No pude evitar sonreir entrañablemente, parecía una persona con bastante sentido del humor. Aunque estaba segura de que no todos se tomarían su pequeña broma tan bien. Después de terminar de cepillarme el pelo y arreglarme. Cogí a Seiken y me dirigí al patio porque supuse que allí se encontraría la respuesta a todas las preguntas y porque escuchaba bastante jaleo y sentía una sana curiosidad. Cuando llegué ví a varios Shinigamis por allí, dos de los cuales no parecían estar de muy buen humor, quizás el hecho de que se encontraran metidos en el lago tenía algo que ver; me acerqué a una de las shinigamis que estaba en los soportales del patio para saludar con una educada reverencia

- Buenos dias. Hace un día espléndido, verdad? Aunque no parece que todo el mundo se divierta con la pequeña broma de nuestro nuevo capitán.

Dicho esto esperé su respuesta para después acercarme al grupo que estaba literalmente dentro del lago. Me dirigí al que parecía haberse caido dentro

- Vaya... parece que el suelo está más resbaladizo de lo normal. ¿Necesitas que te eche una mano?

Como tercer oficial de la sexta división una de mis obligaciones era ayudar a los shinigamis que formaban parte de ella en todo lo que necesitaran. Era mi obligación y yo la cumplía siempre contenta y orgullosa de poder ayudar.

Narrador:


Tras los últimos acontecimientos propiciados por Iruka y la aprición de Saori, el lago está más que turbio por la gran concentración de reiatsu existente en el patio. El agua ya no es transparente sino marrón y los peces se han alejado hasta el otro extremo del pequeño lago.

Sin embargo, la "pacifidad" que hay se ve disuelta por un aviso via mariposa negra con voz exterior (es decir, que lo oís todos)

"Oeeee!! Se os acaba el tiempo, el que no se presente con mi nombre escrito en al frente no pasa"


[Se sigue este orden de posteo:

Iruka- Saori- Kagerou-Kyoko-Galeko-Tobikunai-]

Los ojos de la pequeña se abrieron ante la presencia de otra mujer, vestida con kimono azul y un bonito y espléndido pelo blanco. La miré durante un momento embobada. Era...hipnótico...

Sin embargo la cosa ya se salía de madre. Que hubiese algun muchacho valía, pero quer de pronto pareciera aquello la fiesta de iniciacion de una uiversidad era ya demasiado agobiante. La cosa no mejoro con el jovencito chillón, al que con el tiempo habría que darle una buena dosis de disciplina y buen comprotamiento. Entonces fué cuando llegó la ecatombe, la mariposa infernal. Que horror...no se le habria ocurrido...

Tenía que ir a hablar con él. Además la reunion se acercaba y yo no tenía mi insignia, y era obligatoro ponérsela para la reunión. No quería estrenarme sin ella. Me pasaría pro el despacho a ver...

Antes de irme, saludé con una educadísima reverencia a la recien llegada. Acto seguido abrí mi bolso y saqué un par de panecillos mas, que tendí a Kyoko.

-Bonita mujer pez, tengo que irme, he olvidado algo y la reunión será pronto. Toma, dáselos al muchacho al que le preocupan los peces, por favor - dije con una carita primorosa - si los usa de cebo quizá vuelvan, ya que le importan tanto...-sonreí abiertamente a la muchacha.

Entonces me giré a la mujer que acababa de llegar y me acerqué a ella. Tiré suavemente de la mangade su kimono y entonces sujeté con un par de deditos de forma delicada un mechón de su pelo. La miré y sonreí emocionada.

-Tienes el pelo mas bonito que he visto nunca...-dije con una sonrisa completamente inocente. Luego hice una rapida reverencia y corrí algo torpemente hacia la salida, cogiendo mi zampakuto para que no rozara el suelo, antes de perderme de vista me giré y sacudí la mano.

-Nos vemos en la reuión dentro de un rato...-dije antes de perderme por el pasillo, que me llevaría hacia el despacho y con un poco de suerte, hacia él...

(FDI: Si no os importa me uno yo tambien n.nU)

Corria a toda prisa por los pasillos hasta que finalmente logre llegar al lugar que habia venido a mi mente y para mi sorpresa no debi haber sido la unica que penso en aquel lugar ya que un grupo de Shinigamis tambien se encontraba alli no pude sino quedarme un poco petrificada...tanta gente en el mismo sitio...y ninguna cara conocida...trague un poco de saliva varias veces antes de por fin decidirme a alzar la voz

- E....etto....O...Oha...you...Minna...e...es..¿Estais aqui tambien por...los avisos del...n...nuevo capitan?

Deacuerdo...el primer paso estaba echo...ahora solo quedaba esperar que alguno respondiera...aunque....aquel shinigami tan alto...realmente esperaba que no fuera de los que se cabreasen rapidamente...

- ¿Por que tenemos que hacer estas cosas recien levantados?

Pense mientras aún esperaba inmovil en el sitio a que alguno de los presentes se percatase de mi presencia o me hubiera escuchado

Llegó todo lo rápido que pudo. Tan rapido que tropezó con uno de los bardillos del pasillo y cayó de bruces al suelo, no sin antes empujar a una shinigami con el pelo rosa sin querer.

Kotaro se dio con la nariz sobre la tierra y levantó la cabeza escupiendo piedrecillas mirando hacia arriba.

-Lo siento. se disculpó ante la shinigami.

Se sentó sobre el suelo mirando hacia el estanque y el grupo que al aprecer buscaba lo mismo que él. Incluso a pesar del nervosismo por la caida, sentía la opresión en el pecho caracteristica de cuando te encontrabas a gente que poseía una energía superior a la tuya propia.

-¿Alguien tiene idea de cual es el nombre?- preguntó en voz alta con voz algo infantil.

Kyoko suspiró profundamente mientras negaba con desaprobación al oir los gritos de ese shinigami. Qué poco autocontrol. Vale que ella misma no era un dechado de éste, pero aún con esas, no se enfadaba porque asustasen a los peces.

Para empeorar aún más la situación, una mariposa infernal les informó que tendrían que escribirse en la frente el nombre del capitán. ¿Qué clase de broma era esa? Ahora sí que empezaba a pensar que el nuevo capitán probablemente fuese poco más que un crío. Empezábamos bien, con una palma sudorosa y poco respetuosa para coger la espada, luego los dedos poco iban a poder hacer. Negó con la cabeza aún más vehementemente, casi con cierta resignación, antes de verse con un par de bollos en las manos y con que la pequeña se acababa de marchar.

Finalmente, llegaron dos shinigamis más (con colisión incluída), a lo que la mujer suspiró aún más profundamente, acercándose al grupo y lanzando en una parábola los bollos hacia el shinigami que había gritado antes, de tal modo que había que ser terriblemente torpe para no poder cogerlos al vuelo

Me temo que aún no se ha descubierto. replicó, mirando al recién llegado, para después clavar su mirada en el shinigami gritón Si tanto te gustan los peces, prueba a darles de comer eso en vez de gritar a la gente, podrías molestar a alguien. Bien. ¿Alguien tiene alguna idea de dónde empezar, además de que estamos en el lugar correcto?