Mision C14-Malta [Hara-Yaku-Isa]

El shinigami desconocido, al estar mirando fijamente ahora a Harada, no se cuenta de que Kagerou y Raion desaparecen de escena, tan concentrado como estaba reconociendo al capitán.

-Hacía mucho tiempo que no nos veíamos Harada-san.- pronunció el apelativo con desdén, posano la mano en su espada.


[sigue Shinju]

Asentí ante la ultima frase de Kagerou pero no contesté ya que debían pasar por la puerta cuanto antes. me volví ante nuestro shinigami in situ.


-Hacía mucho tiempo que no nos veíamos Harada-san.-

Arqueé las cejas hacia arriba y esbocé una sonrisa, no había cambiado nada en absoluto.

-Oh, solo tres días Makoto, no me digas que me echabas de menos...

Hablé para que su atención siguiera puesta en mi, tampoco pasé por alto como su mano descansaba en la empuñadura de su katana, lista para ser desenvainada con la velocidad del rayo. Imité ese geste pero comencé a caminar lentamente alrededor de él, como un depredador que acosa a una presa. No iba a darle ni una oportunidad.

Soda Makoto había estado un rango por debajo de mí en mi antigua división y casi me igualaba en fuerza... y ademas, no me extrañaría nada que ahora estuviese osupando mi viejo puesto.

-Oh, solo tres días Makoto, no me digas que me echabas de menos...

Mokoto escupe en el suelo, dejando ver claro el desprecio que siente hacia Harada.

-Ni en sueños gilipollas.- masculla desenvainando como una cobra y saltando hacia él.


[Sigue Raion- Los post de Kagerou y Raion pueden ser narrados desde otro lugar pero siguen perteneciendo a este evento]

Raion se sorprendió bastante de la actitud del nuevo ente que ante ellos estaba... pero más impresionantes fueron sus extrañísimos ojos. No recordaba haber visto nada parecido, excepto por el espíritu de su espada, pero en ese caso Vykos tenía unos ojos mucho más vivos y amenazantes, como los de un depredador. Pero no tuvo tiempo de pensar en eso, la teniente se le echó a la espalda inesperadamente y le dio una orden muy clara.

-Nos vamos...

Tan clara como la duda que Raion sentía en ese momento. ¿Dejar al capitán solo? Estaba claro que él era un shinigami raso, no tenía tanto nivel como ellos, pero dejar al capitán solo no era precisamente lo que Raion deseaba. Y eso por no hablar de que no tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando. ¿Por qué tenían que irse? No comprendía nada, y no estaba bien dejar al capitán. Pero también tenía que obedecer a una superior...

-¡Nos vamos ahora!

-S-Sí...-dijo con poco convencimiento.

Entró en el portal rápidamente, mirando atrás una última vez. El capitán y aquel hombre de mala pinta iban a pelear, eso estaba seguro, y ya se conocían. ¿Una pelea de shinigamis? Eso es malo, se mire por donde se mire. A no ser que aquel hombre desconocido no fuese un shinigami. Una vez estuvieron fuera de acción, Raion se quedó bastante callado, a la espectativa de lo que la teniente dijese. Tenía demasiadas preguntas, y se temía que la teniente no iba a darle sus respuestas. Aún así... Necesitaba saber la verdad. Tragó saliva y miró a la chica decidido a sacar alguna información, o por lo menos una explicación de lo sucedido.

-Teniente...-dijo, intentando aclarar sus ideas- ¿Qué es lo que pasa?

Tras de vosotros dos se cierra el portal mientras dos mariposas negras revolotean sobre vuestras cabezas. Lo ultimo que sentis es el embate de una confrontación de fuerzas.

No os cabe duda, están peleando ahi fuera.

[Sigue Kagerou]

Cuando le joven Raion preguntó mo pude evitar darme cuenta de que se nos presentaba una oprotunidad de oro. En el Dangai no podían oírnos, quizá era el único sitio, y muy probablemente jamás tendría oportunidad de revelar nada a no ser que fuera en ese preciso momento.

Sin embargo aún dudaba de que Isayama fuera de confianza, a pesar de que perteneciera a una familia noble como yo, y si era digno de confianza, si sería capaz de entender semejante cosa.

Le miré durante un momento y me retiré de su espalda aligerándole mi ya poco peso, y corrí a su lado sin nungun esfuerzo meintras le veía titubear. Al final tendría que explicarle algo, ya que de pronto me llegó con fuerza la confrontacion de fuerzas.

Grandísimo bastardo de Makoto, como si no fuese suficiente lo que teníamos encima tenían que andar fastidiando, muy posiblemente le habría usurpado el puesto a Shinju, aunque a pesar de ser fuerte, era un inútil. Como le hiciera algo iba a volver, y entonces si ibamos a vernos las caras.

-Isayama, lo que estás a punto de oir es confidencial, de modo que si lo revelas, como sea, a una fuente que no seamos el capitán o yo, yo misma tendré el gusto de matarte...-le miré y un golpe de energía cobriza, lo suficiente como para achantar a mas de un shinigami con un nivel de subcapitán salió repentinamente. No quería que se desmayara, ya que era demasiado grande y pesado como para cargar con él. - ¿Te responsabilizas de lo que conlleva saber esa información, y de lo que supone que se la confíe a un soldado raso a pesar de la severidad de la situación? Por que si es así, y te crees con fuerzas te contaré hasta donde debas saber...-le miré con severidad - aunque podría tratarse de la firma para tu sentencia de muerte...