Mision C14-Malta [Hara-Yaku-Isa]

[Reglas:

Esta mision dura desde el momento temporal Mañana hasta Tarde Avanzada que es cuando se vuelve

El orden de posteo será Master-PJ-PJ-PJ y en caso de pelea Master-PJ-Master-Pj-Master y asi sucesivamente.

En vuestros post corre el tiempo ya que abarca varias horas del dia, sed creativos.

Por lo demas, se aplican las norma habituales, buena suerte]



A traves del tunel Danai, atravesair vuestra Puerta correspondiente seguidos por vuestras mariposas negras. Una vez habeis atravesado el umbral, la puerta se cierra detrás de vosotros pero no os preocupais, por esta vez se os ha concedido el permiso de abrir puertas para volver.

Cuando la luz se disipa, veis que os encontrais pisando jirones de nube sobre lo que parece ser una ciudad inmensa plagada de edificios altísimos de estilo demasiado extraño y peculiar de la cual no sabeis su nombre aunque en algunos puntos se pueden observar varios invernaderos de vidrio en los cuales se puedem observar plantaciones enteras de cereales. No ha árboles a la vista ni ningún tipo de vegetación que no sean raquíticos matojos fuera de las lindes de la urbe. Es de día y el sol brilla bastante con una intensidad sobrenatural, ademas, hace bastante calor.

La ciudad está surcada por todo tipo de vehículos voladores, artefactos extraños y tuberías transparentes. Si decidís bajar no vereis a muchas personas por la calle ya que todos están dentro de los edificios, resguardandose del tiempo.

Aunque claro, como almas que sois, ni el calor del sol os afecta.

Nubes... pisar nubes no era algo demasiado desconocido para él. El mundo interior de su zampakutoh eran puras nubes de tormenta eléctrica, unas se podían pisar y otras no. No le gustaba pensar en un lugar como ése, tan caótico y tormentoso. Este lugar era mucho más tranquilo, no había ruidos estridentes ni luces exageradas y repentinas. Uno casi podría relajarse allí. Miró hacia abajo, y observó la ciudad. Una gran masa de cemento, metal y cristal, que había devorado y exterminado toda vida natural en tanto territorio... daban igual los coches voladores, las tuberías o cualquier otro invento, se cargarían el planeta si seguían así, ya no habría verdes campos ni praderas fértiles... Que poca responsabilidad.

Estaba como un pez fuera del agua, y no sabía nada acerca del mundo de los vivos. Miró hacia sus superiores y no dijo nada, con una mirada silenciosa de espectación. En caso de tanta confusión, prefería seguir las órdenes de un oficial de mayor rango y más experimentado, Raion era suficientemente humilde como para admitir su ignorancia sobre los temas que desconocía. Al fin y al cabo, nadie nace aprendido, nisiquiera los Seretei.

Heché un leve vistazo hacia abajo, los frescos girones que pisábamos me hacían cosquillas en lso pies, de modo que reí suavemente. Miré a mi alrededor y me sentí algo fría con lo que veía. aquello no parecía un mundo bueno para vivir, pro mucho que se le llamara mundo de los vivos.

Había demasiado hierro, demasiada frialdad y esterilidad. ¿Y el calor humano?...

Observé al joven Isayama que nos miraba al capitán y a mi con expresión interrogante. La verdad era que resultaba dificil adecuarse al ritmo de vida actual. Comparado con eso hasta el ajetreo de el cuartel era un día tranquilo, pro que uno sabía que hacía y a donde iba dentro de lo que cabía.

A pesar de todo parecía hacer un buen día. Intenté concentrarme para ver si sentía algún hollow, adecuando mis sentidos mientras miraba al capitán con una sonrisa infantil y preguntab con tono adorable.

-Bien, ¿cuales son sus órdenes capitan Harada? - dije con un tono perfectamente medido.

A pesar de que nos conocieramos, cosa que era mejor que no se supiera en exceso hasta cuando,no me apetecía comenzar a dar órdenes y andar desacreditando al capitán. Miré al joven Isayama con una sonrisa confiada, transmitiéndole algo de tranquilidad. No permitiría que le pasara nada. Ni a él ni a nadie. Para eso estaba yo allí...

Una vez hubimos salido del túnel, plantamos los pies sobre nubes mientrás el sol nos baña por completo.

No reconocí el territorio pero era una isla. Me fijé en lo poco que habían cambiado las cosas desde hacía ciencuenta años que no bajaba al mundo de los vivos. Arrugué la nariz. Aquello no me gustaba un pelo.

-Bien, ¿cuales son sus órdenes capitan Harada?-la vocecilla de Kagerou hizo que saliera de mi observación paulatina.

Les eché un vistazo. Ella parecía tranquila pero Isayama no. Me adelanté un par de pasos pisando el cielo y hablé con voz clara.

-Todavía no han aparecido, pronto lo harán.-los informes de la doce sobre los recorridos de los hollow indicaban que tardarían cinco minutos, tiempo mas que suficiente para que pudiera explicarles un par de cosas al muchacho.

-Antes de nada, hay dos cosas que tienes que saber, joven Isayama.-dije volviendo la vista hacia él.- la primera es que bajo ningún concepto puedes alterar un suceso que nada tenga que ver con la acción de un espíritu, lo que ocurra entre los vivos no es de nuestra jurisdicción.

Estaba seguro de que eso lo sabría cualquier shinigami aunque a muchos se le olvidaba.

-Lo segundo que tienes que tener en cuenta es que a partir de ahora somos un equipo, que sea el líder y que tenga mayor rango que tú no significa que todas mis acciones o mis decisiones sean correctas, eso también va por tí Kagerou... me gustaría que me cuestionarais si considerais que estoy haciendo algo incorrecto.

Di mayor enfasis a la palabra incorrecto y me volvi de nuevo hacia adelante. Todo tan vacio no me gustaba, ya tenían que estar a punto de venir.

-Claro que tampoco vayai a pasaros de rebeldes-. se me escapó una carcajada con aquel comentario. Les proponía aquello porque sentía que podía confiar no solo en Kagerou sino tambien en el joven.

Si se lo hubiese propuesto a Yasuyo seguramente ya me habría cortado la cabeza.

-Bien, he aquí mis órdenes: Bajaremos a esperar, no tardarán en aparecer y olernos.

-Bien, ¿cuales son sus órdenes capitan Harada?

Maldición, tenía que haberlo preguntado, seguro. Se quedó esperando la contestación del capitán, y agradeció la mirada de confianza que la joven Yakushiji le echó, impregnándose de una parte de su confianza. Respiró produndamente, intentando calmarse. Realmente no tenía porqué estar nervioso, no sería la primera vez que pelearía contra Hollows, así que debería ser más fácil que en su primera misión. O eso esperaba al menos... Todo era culpa de este ruidoso mundo de los vivos.

-Antes de nada, hay dos cosas que tienes que saber, joven Isayama. La primera es que bajo ningún concepto puedes alterar un suceso que nada tenga que ver con la acción de un espíritu, lo que ocurra entre los vivos no es de nuestra jurisdicción.

Raion asintió severamente sin decir nada, atendiendo a todas y cada una de las palabras de su capitán, al cual respetaba por lo menos por su rango, sino por él mismo. Era muy consciente de que no tenía derecho a cambiar nada del mundo de los vivos, y así lo haría, no quería tener ningún problema. No era propio de un Isayama romper las reglas, su hermana estaría orgullosa de él en ese sentido.

-Lo segundo que tienes que tener en cuenta es que a partir de ahora somos un equipo, que sea el líder y que tenga mayor rango que tú no significa que todas mis acciones o mis decisiones sean correctas, eso también va por tí Kagerou... me gustaría que me cuestionarais si considerais que estoy haciendo algo incorrecto.

-Sí, señor, eso haré-se lo tomó como una orden. Seguro que era todo por el bien de la misión, aunque casi prefería seguir sus órdenes que otra cosa.

-Claro que tampoco vayai a pasaros de rebeldes.

Raion mostró una sonrisa débil, no es que no le hiciese gracia, es que aún estaba nervioso. Era normal estarlo, era la primera vez que estaba en el mundo de los vivos y la segunda que hacía una misión. Pero intentaría hacerlo lo mejor posible, todo el mundo esperaba grandes cosas de él, como Gentatsu le había señalado en la puerta... sólo esperaba que no les decepcionase.

-Bien, he aquí mis órdenes: Bajaremos a esperar, no tardarán en aparecer y olernos.

Dicho y hecho, Raion empezó a bajar. Apenas estaban en ello cuando notó el reiatsu de los Hollow... estaban cerca, muy cerca, y cada vez se acercaban más. Raion inmediatamente se puso en guardia, con el ceño fruncido y sin saber de dónde provenían. Había supuesto que sus dos superiores los habían percibido incluso antes que él, así queno hizo nada por avisarlos, aunque el ponerse en posición ya era suficiente alarma. Su zampakutoh clamaba por liberarse, pero no le hizo caso, él no quería ser impulsivo, todo debái tomarse con cerebro e intuición, no con impulsovs y sentimientos. O eso le decía su abuelo por lo menos.

Unasonrisa fué toda mi afirmación. Ya sabía Shinju que i había que decir alkgo, p mi se decía, aunque tubiera que hacerlo desde el respeto y no como solíamos desde las advertencias de compañeros. Al dar la orden me faltó tiempo para sencillamente, tirarme casi al vacío. La impresión fué esa sin duda.

Con una rapidez alarmante me deslicé hasta abajo cuando mis sentidos notaron la energía de aquellos bichos. Sin duda alguna, se estban acercando. Al tocar el suelo percibí como el joven Isayama se tensaba a mi espalda y hechaba mano de su zampakuto. Se puso en gardia en seguida.

Aún no estaban lo sufcientemente cerca, o no lo parecía, de modo que envié una miradacon una sonrisa decidida al joven shinigami, que seguía tenso y nervios, mirándole torciendo un poco la cabeza.

-Isayama, estás en guardia. Tus reflejos son buenos, y tu reacción veloz. Es algo muy positivo para la batalla, sin embargo es mejor que no parezcas tenso -dije como una sugerencia. Aquellos bichos lo olían todo - Estás aprendiendo y tienes grandes dotes, confía en ellas y todo saldra bien...

Dije de forma halagadoray con seguridad. En parte era cierto, en cuanto a que todo saldría bien...Si, ya...depende de con lo que nos encontráramos, por que si no íbamos a llevarlo crudo crudo...

Lancé una mirada hacia atras por encima del hombro hacia Shinju y asentí con la cabeza. En ese momento sentí la energía por mi cuerpo y los hechizos poblando mi mente a velocidad alarmante. Situé nuestra posible estrategia y mi posición. entonces saqué la zampakutó de mi cinturon, aún envainada, lo que podía resultar sorprendente, y la sujeté con la mano izquiera, dando un leve golpe en el suelo, pues era mas larga de lo normal y yo muy bajita, por mucho que me jodiera.

-Bien chicos, preparáos...-dije seria y decidida, mirando al frente y sintiendo su energía acercarse - ya no andan muy lejos...

Sonreí al ver a los dos lanzarse al vacío pero con un par de movimientos de Shunpo les alcancé cuando llegaban al suelo.

Me alejé unos cuantos pasos de ellos, observando el cielo, rastreando el aire. No tardarían en llegar hasta este plano y abrir sus gagantas. Seguramente no sabrían que estábamos esperándoles pero mejor no tentar a la suerte.
Desenvainé la zampakutoh lentamente a la par que observaba los vehículos antiestéticos modernos que sobrevolaban nuestras cabezas.

-Ya están aqui.-anuncié.- ¡A vuestra derecha!

Avancé de un paso instantaneo hasta el lateral derecho cercano a Raion a la par que se abría un agujero junto a él. Corté la máscara del hollow antes incluso de que pudiese salir pero la gran masa de "vacíos" que le seguía me hizo retroceder para ajustar posiciones.

-¡¿Listos?!.-me estaba emocionando.

Mi energía zumbaba de ansías pero no había aumentado, la mantuve bajo niveles aceptables tras el sello.

FDI: debí haberlo especificado: mi personaje se pone en guardia por norma general sin desenvainar su zampakutoh, pero no importa, por esta digamos que lo hizo.
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-Isayama, estás en guardia. Tus reflejos son buenos, y tu reacción veloz. Es algo muy positivo para la batalla, sin embargo es mejor que no parezcas tenso. Estás aprendiendo y tienes grandes dotes, confía en ellas y todo saldra bien...

-Sí señora, gracias.

Agradecía de corazón el apoyo que la teniente estaba dándole. Que pareciese más joven que él no significaba que no fuese más experimentada y poderosa, al fin y al cabo era su teniente, y si tenía un rango superior por algo sería. Su abuelo le había enseñado a ser humilde y aceptar consejo incluso de los menos poderosos, ya que todo el mundo tenía algo que enseñarte, aunque fuese en un tema que tú mismo ya eres experto (cosa que en este caso no se daba, por supuesto).

-Ya están aqui. ¡A vuestra derecha!

Raion pegó un ligero paso hacia su izquierda, mientras ponía su zampakutoh delante de él a modo de protección. El capitán había sido más rápido que él, y aún más que el hollow, y lo purificó con rapidez. Sin embargo, otro pasó a sustituir al primero, por lo que el chico acabó por alejarse de la garganta para evitar otro ataque desprevenido.

-¡¿Listos?!

La garganta empezó a escupir más hollows de los que podían eliminar, por lo que empezaron a retroceder. Pronto más hollows y gargantas empezaban a aparecer, y la situación empezó a ser dificil de sostener, al menos a su juicio. Demasiados enemigos en demasiado poco tiempo, su poder era muy pequeño comparado con la teniente y el capitán... tendría que hacerlo, aunque no le gustase, debía usar su liberación. Su zampakutoh le clamaba a hacerlo, y él tuvo que acceder por esta vez. Lo haría, y así dejaría de ser un estorbo para sus superiores.

-¡¡¡DESTRUYE, VYKOS!!!

El grito que soltó Raion iba muy lejos de la calma que había estado mostrando hasta entonces. Su reiatsu explotó como si de una bomba se tratase, mostrando muchísimo más poder del que hasta ahora había nunca demostrado en la base, pudiendo ver ambos superiores que era muy elevado comparado con cómo era ahora. Se había estado controlando todo el tiempo, como si algo lo hubiese estado conservando hasta aquel momento... por ello meditaba y entrenaba tanto, para mantener su propio reiatsu a raya y así usarlo de una forma más eficiente. Su aura azul empezó a salir de su cuerpo, empezaron a rasgar el aire como si fuesen relámpagos a su alrededor, y su pelo blanco y plateado se movió con el viento que producía a su alrededor, dándole ahora un aspecto más fuerte que nunca. Su zampakutoh, una katana de filo puramente blanco y mango totalmente negro, brilló con luz propia y... empezó a empequeñecerse. Sí, se volvió más pequeña. Ahora tenía el aspecto de una espada corta, de corte algo occidental, como una mezcla entre un gladius y una espada china, cuyo mango negro tenía algunas puntas afiladas a modo de adorno.

Su reiatsu seguía rodeándole, y su cuerpo empezó a manar electricidad. Sus músculos se hincharon levemente, y su cara reflejaba el instinto depredador y salvaje del espíritu de su zampakutoh, aunque se notaba que seguía teniendo totalmente el control de sus acciones. Fue un visto y no visto, desapareció prácticamente de la vista, y no se volvio a ver hasta que su puño, cerrado con fuerza, golpeó salvajemente en la máscara de uno de los hollows. Ésta se rompió cuando una oleada de electricidad pura y dura la medio desintegró, purificando al hollow ya que era el poder de su zampakutoh, y no su fuerza física, la que acabab con él. Pero no se paró ahí, con una concentración sublime, siguió corriendo a una velocidad sobrenatural golpeando con patadas, puñetazos, rodillazos, codazos y en última instancia con su zampakutoh (algo muy extraño) con golpes de distintas disciplinas de las artes marciales entremezclados. Por supuesto no todos los hollows morían con sus golpes, pero la electricidad entumecían sus músculos. Con aquella forma de pelear no pudo hacer caso a los hollows voladores, pero por suerte no peleaba solo. De hecho, ya suponía que nisiquiera con su Shikai sería capaz de destruir ni la mitad de los que su teniente y capitán podrían sin necesidad de aquello. Pero debía ser útil.

FDI: zampakutoh con el shikai...
https://2img.net/h/i82.photobucket.com/albums/j278/Crysantus_photos/Dustblade.jpg

[FDI: Lamento muchísimo la confusión Raion. No quería importunarte, procuraré no volver a hacerlo.]

Parecía que le muchacho se iba calmando poco a poco. mis palabras de ánimo hacína mella en un fuerte espíritu con ganas de ser útil y demostrar la valía de sus habilidades. Ese muchacho me caía bien.

Me quedé a la espera, no sin percibir como Shinju se iba emocionando poco a poco. Hacía tiempo que no salía y aquello le había privado desde siempre, aunque supongo que a veces el cuerpo te pide acción, simplemente. Shinju no tubo ningún problema, y el joven Raion pareció decidido a actuar.

No pudo dejar de asombrarme que el muchacho liberase su zampakuto con semejante cantidad de riatsu, mas que por su cantidad, por que lo había tenido perfectamente oculto todo el tiempo, lo que era algo a tener muy en cuenta. El control de riatsu era algo muy importante, y hacía dificil saber qué cantidad de riatsu poseía el dueño una vez se aprendía a un nivel alto...un nivel que el muchacho parecía poseer sin ninguna duda...

Shinju no dejó que su excitación hiciese mella en su control del mismo, no liberando mas cantidad, peor si se denotaba como el que solía expulsar de forma corriente se avivaba en fervor.

Observé como la espada del muchacho adquiría una forma bella encorte, y fué cuando comenzó a usarla cuando percibí de qué tipo era su zampakuto. sin ninguna duda parecía eléctrica. Valla, valla, valla...pero que curioso, es mas...que interesante. El muchacho comenzó a moverse a mucha velocidad, una que quizá incluso shinju no percibiría en ciertos puntos, pero yo le veía bastante bien, supongo que por mi condición...

no pude evitar sentirle simpatía por aquella "familiar" forma de actuar. Yo miré al cielo, sopesando la situación, ya que entre Shinju y el muchacho parecían retener bien de momento a aquella oleada de bichos. Miré hacia el enjambre que zumbaba sobre nuestras cabezas.

-hadou 4: Byakurai...- dije mientras elevaba mi dedo hacia el cielo.

Repetí la operación un par de veces, procurando hacer colisión con las máscaras de tres hollows que se habían lanzado acercándose. Uno fué esquivado, los otros dos hollows fueron purificados en instantes. Era un lío tenerles zumbando por ahí pero dudaba de si podría llegar tan alto, aunque suponía que no tendría por que haber problema...

aprobecharía que ese estaba mas bajo, si podría intentarlo. Miré con cuidado la localización del hollow que seguúia acechándome. aquel bicho había eludido mi byakurai, pero aun se encontraba mas bajo que los demas, sin decidirse en si subir o no. Mala decisión...Heché una últimamirada a mis compañeros con una sonrisa complacida y entonces musité...

-Shunpo...

en un instante me encontré sobre el hollow que estaba mas bajo, sin tiempo para matarle, ya que mi plan era ir a por los que estaban algo mas arriba. señalé a uno que sin miramientos se lanzó contra la espalda de su compañero, si es que se podía llamar así.

-Hadou 11: Tsuzuri Raiden...-dije saltando en el mimento adecuado sobre el que embestía.

En cuestión de un momento la corriente eléctrica pasó el cuerpo del primer hollow, y de el al segundo, haciendo que comenzaran a caer entumecidos, sobre un grupo de hollows que se abalanzaban sobre mis compañeros. Valla, tendrían que ocuparse de esos tambien...

Antes de que comenzaran a descender, en un movimiento rápido cogí mi zampakutó y desenvainé con la diestra, mientras la guarda permanecía en la siniestra. Hice un movimiento circular de las muñecas para colocarlas y tomé impulso, con la sonrisa de decisión marcada en el infantil rostro.

Aquello solo significaba una cosa, el paso del tiempo...a velocidades alarmantes. La técnica que yo mas apreciaba y no era para menos, siendo como era la mejor en todo el seireitei...

Después del empujón inicial, mi semblante adquirió la expresion que siempre tomaba cuando se ponía seria. Alce la mirada y vi que Kagerou ya iba a encargarse de aquellos engendros voladores asi que tanto el muchacho como yo nos ocuparíamos de la restante abajo.

No fui a dar dos pasos espada en ristre cuando el jovencito liberó su espada, lanzandose a un ataque veloz, sanguinario y algo desordenado... pero efectivo. El reiatsu del joven Isayama no era muy fuerte todavía pero en ese momento entendí por qué le habían asignado a la sexta... también.

Rematé los hollows que sus ataques no pudieron purificar y di un pequeño salto sobre un grupo que se abalanzaba sobre las ventanas de un edificio cercano. Un solo tajo circular bastó para deshacerme de ellos.

-¡Retrocede Isayama!.-exclamé al ver que le intentaban rodear.-¡Hadoh 33: Sokatsui!

Una bola gigantesca de color azul impactó contra varios de ellos aunque no conseguí alcanzar al grueso que venía detrás. Si el chico no se movia rápido...

Sin embargo, tuve que mirar a mis espaldas, pues los hollows había percibido la energía del muchacho y se acercaban para querer probarle. Me lancé contra ellos para frenarles a la par que deslizaba un poco más de mi energía, aumentando la presión del ambiente.

Y no, no me iban a hacer liberar la zampakutoh todavia.

El resultado final de la sucesión de ataques de los tres shinigamis da como resultado la eliminación parcial de varios contigentes de hollows.

Sin embargo, de repente sentís una inmensa energía acercanrse, no en el plano material ni espiritual ya que no ha llegado. Es poderosa, muy poderosa... e indescrptible.

[Sigue Raion]

-¡Retrocede Isayama!

A pesar de la sorpresa inicial, Raion se tomó su medio segundo para ver que, efectivamente, empezaban a rodearle. Sin saber qué quería hacer el capitán, se movió por puro instinto. Saltó sobre la cara de uno de los hollows, se apoyó sobre él y pegó otro salto, justo en dirección contraria. Ahora volvía a toda velocidad a la posición del principio, mientras veía cómo la bola lanzada por el capitán le abría paso. Concentró su reiatsu en sus piernas, y su velocidad aumentó sensiblemente, en detrimento de su poder de ataque, de tal forma que más que golpear espadazos a cualquier hollow que se atreviese a intentar pararle, lo atropellaba sin miramientos, o pegaba un salto hacia un lado, esquivándolo hábilmente.

En poco tiempo estuvo fuera de peligro, o casi, pero ya estaba en el lugar "limpio" de enemigos que el capitán había formado a base de aniquilarlos. Allí decidió frenarse, y probablemente tanto la teniente como el capitán pudiero notar que no pudo hacerlo en seco, sino reduciendo su velocidad antes de parar totalmente. El reiatsu siguió fluyendo por su cuerpo, distribuyéndose equitativamente entre todos sus músculos, y su mente empezó a pensar en una forma de combatir menos peligrosa. Un segundo más... uno más... ya estaba, ¡lo tenía! No le volvería a pasar lo mismo, a pesar de que parecía ahora una especie de faro para aquellos hollows debido a su poder liberado.

Empezó a correr en círculos. O más bien era como una elipse. Su movimiento iba de un lado a otro, a la espalda del capitán, cubriéndole con aquello. Cada vez que se acercaba a un hollow, daba un pequeño giro haciendo que éste errase el golpe, aprovechando para acercarse, golpearle en la máscara ya fuese con su zampakutoh o con la mano o pie desnudos, y luego utilizar el rebote del golpe para correr en la dirección contraria. No paraba quieto, de un lado a otro, intentando confundir a sus enemigos a la vez que los hería, sino mataba. Como había podido comprobar, comparado con el capitán no era mucho, ya que sin liberar su shikai ni tan siquiera, era capaz de matar aquellos hollows que él no podía ni liberado.

Una inmensa energía fue percibida por el muchacho. A pesar de que estaba seguro de que estaba allí, su magnitud le turbó demasiado y, sin dejar de moverse, tuvo que hacer la pregunta de comprobación:

-¿Vosotros sentís eso?

Sonreí ante aquella enorme mole que se me hechaba encima. Casi podía notar la pestilencia y la calidez de su aliento. Por su tamaño si me hubiera dejado me habría partido por la mitad de un bocado, esperé a sentirle y me concentré por un momento.

Siempre había sido más cómodo practicarlo con ella tañendo, pero sin liberar tambien era fácil para mi, de ese modo cerré los ojos y en el momento justo, los abrí para darme paso a la primera consecución, Dí un último vistazo abajo de un segundo y miré a los ojos de aquel ser, mientras mi zampakuto se deslizaba ahcia delante.

Mi voz sonó clara y potente, a pesar de la lejanía con mis compañeros.

-¡Primavera! - grité hundiendo la zampakuto en la frente de aquel ser mientras con la guarda tomaba impulso para despues asestar un golpe hacia delante, lo que frenó en seco a otro hollow, en un tajo circular y como si un baile se tratara, dañé al que fué detenido y esquivando mi propia guarda golpeó a otro, que también perdió la máscara. Tres hollows fueron purificados al instante, en una consecución de varios golpes que se sucedieron en apenas unos segundos...

Pero no tenía tiempo para pensar en ello, ya estaba defendiéndome de nuevo con la guarda, no paraba de moverme a un ritmo tan rápido que era dificil seguirme, incluso con la mirada, mientras caía, otro de lso hollows se lanzo a por mi...

-¡Verano!- grité mientras golpeaba con la espadada y la guarda a diestro y siniestro, en golpes tremendamente calculados y exactos, haciendo que otros cuatro hollows fuesen purificados, y otros tantos dispersados.

Caí sobre el suelo, justo frente a los hollows que parecían querer atacar a Shinju, aunque él ya se había dado cuenta, me permití la libertad de engargarme de esos para que cubriera de nuevo a Isayama.

-¡Otoño!- dije dando un salto posicionandome sobre la espalda de uno, golpeando con una patada a uno de ellos, lanzándole lejos, el rebote me impulsó para golpear a otro y cortar de cuajo el cuello de uno de ellos.

En ese momento un banco de terrestres se tiró hacia mi, demasiadas bocas dispuestas a atacar...

-¡Invierno! - grité posicionandome con la guarda delante y la espada detrás, en mi posición inicial favorita. El primero golpeó con sus garras en la guarda, y el movimiento le llevo a esquivarme solo, el segundo recibió un golpe ascentente, clavándose en su pecho, ya que era demasiado pequeña y veloz como para que las bestias calcularan. Luego hice dos movimientos circulares perfectos, defendiéndome de ellos y alejándolos a base de rechazos lo suficientemente lejos, como para decidir que hacer.

heché un vistazo a mis compañeros y entonces noté aquel enorme fluir de energía. ¿que coño...?

-¿Vosotros sentís eso? - dijo la voz de Isayama moviéndose cerca de mi.

Un Hollow se acercó a el y eso me hizo reaccionar, en el momento en el que descendió su cabeza salté como si fuera un potro, clavándole la guarda y la espada a la altura del cuello. Dos se acercaron por los laterales, y en ese momento extendí lso brazos, lo que se tradujo en un corte ascendente que lso golpeó bajo la cabeza y les hizo volcarse de espaldas. Al tocar el suelo, quedándome cerca de Isayama, asentí al comentario del muchacho intentando buscar la fuente de energía y miré a Shinju con una mirada rasgada y frío, impropia de una niña, pero que apenas duro un segundo, mientras de mi boca salía como en un susurro...

-Y primavera...

La vibración ezpeluznante hizo que me detuviera en seco y alzara la vista hacia el cielo. Los hollows podrian haberme atacado y quiza herdio pero estaban huyendo como ratas, dejandonos a Kagerou, a Raion y a mi complatamente solos. Supe que las unicas entidades que quedaban en la ciudad eran las nuestras una vez se hubieron marchado.

El emplazamiento del portador de tamaña energía me era desconocido aun, no venia desde Hueco Mundo eso seguro...

-Isayama, Kagerou, replegaos. Dije envainando la katana.

Me pasé la mano por el pelo mientras daba un par de pasos aun mirando hacia arriba. Los ojos se me entornaron solos, buscando la fuente.

-Sea lo que sea es fuerte... no podemos marcharnos dejando ese cabo suelto.-les miré a ambos.- tratad de pasar desapercibidos, me enfrentaré a "él" cuando aparezca... porque sea lo que sea tendrá una carga u otra...-esto ultimo lo dije volviendo de nuevo la cabeza.

El viento hizo ondear mi haori, algo desmejorado por las refriegas. Chasqueé la lengua con desaprobación.

Los hollow se retiraron, al fin. Notó el gigantesco reiatsu, que era de unas proporciones tan elevadas que el suyo propio parecía una hormiga frente a un elefante. Ante la orden del capitán, dejó de utilizar su poder. Su Reiatsu dejó de manar como una cascada rompedora y volvió a la normalidad, mientras cerraba los ojos para concentrarse, pese a aquella presencia tan poderosa. Su mente volvió a la calma, su alma se apaciguó y, como si quisiese imitar la tranquilidad de sus pensamientos, su pelo volvió a convertirse en aquella hermosa cabellera lisa y blanca, en lugar del escrespado peinado que la electricidad provocaba. Su zampakutoh se volvió una katana blanca, que no tardó en evainar a su cinto y luego bajar sus manos lentamente, buscando el equilibrio de nuevo.

Cuando se sintió más calmado, volvió sus sentidos de nuevo al mundo real, abriendo sus ojos. Su aspecto estaba impecable, no había recibido ningún golpe, desgarro de ropa o corte por parte de los Hollows, aunque sí que había estado a punto durante todo el tiempo. Respiraba fuerte intentando recuperar un poco de aliento, no había parado hasta que los hollows habían desaparecido.

-Sea lo que sea es fuerte... no podemos marcharnos dejando ese cabo suelto.-dijo el capitán- Tratad de pasar desapercibidos, me enfrentaré a "él" cuando aparezca... porque sea lo que sea tendrá una carga u otra...

"Apagó" lo que quedaba de reiatsu en su aura, volviendo a ocultarlo casi todo, y siguió las órdenes de su capitán. Empezaba a pensar si realmente era útil en aquella misión. La teniente había acabado con los hollows como quien hace un baile, y al capitán sólo le había dado problemas, o eso le parecía a él. Pero lejos de sentirse derrotado, aquello le infló de nuevas fuerzas. Necesitaba ser más fuerte, ya lo sabía, pero ahora lo había comprobado. Tenía que ser más fuerte... por su hermana. Tenía que hacerlo, o... no quería pensar lo que pasaría si no lo hacía.

Una Puerta blanca se abre a varios metros de donde se encuentra el capitán tambien a cierta distancia sobre sus cabezas. La poderosa energia desaparece de golpe al abrirse la Puerta pero reaparece después como una gran onda de choque nada más aparecer una figura recortada contra la luz blanca que lo baña todo.

la figura se queda en el umbral, al parecer a la espera.

[sigue kagerou]

La pequeña sintió la oleada de energía y permaneció alerta, analizando el aire. Aquello era enormemente fuerte, tanto que me recorrió un peque´ño sudor frúio y se me erizó lso pelos de la nuca, pero no dejé que se viera en ningún momento. Manteniendo una calma indigna de alguien de mi edad, como siempre, por encima de las espectativas.

Me repliego ante las órdenes de mi capitan, con paso tranquilo pero sin pausa, y al llegar, cuanod oigo sus ordenes, hage un sencillo asentimiento con la cabeza.

-A sus órdenes capitan... - dije con un tono correcto y severo. Envainé la zampakutó y permanecí a la espera. La enorme puerta se abrió en el cielo, destelleante y blanca, y la energía se calmó por un momento apenas, dando paso a una oleada mientras la figura recortada aparecía frente a la puerta.

Miré a Shinju y le hice de nuevo un asentimiento, me relajé y esperé que hiciera lo que debía. Sin embargo, mi manoderecha se apoyaba en la empuñadura, si bien no dispuesta a desenvainar, teniéndola a mano por si hiciera falta. Al fin y al cabo yo había sido su superior, y no iba a dejar que ni quien fuera que hubiera en el otro lado ni nadie le hiciese el menor daño.

La figura se mantiene quieta, al parecer estar observandolo todo, hasta que se fija en los tres shinigamis del suelo. Da un paso al frente y pisa aire a la vez que la Puerta se cierra tras de si.

Es un ente espiritual denso tal y como han podido comprobar los shinigamis pero a ocultado su energia de tal forma que podria pasar por un simple plus.

De no ser por su apariencia.

Ante ellos se encuentra un hombre de mediana edad, con el pelo oscuro, lustroso y brillante como el ala de un cuervo, largo y recogido en una cola de caballo. La cara es rectangular, de facciones duras y siniestras, tiene una cicatriz enorma que le recorre la frente, como si alguien hubiese intentado abrirle la cabeza a la manera de una cacerola para el guiso. No se le ven los ojos porque lleva oscuras gafas de sol redondas y resplandecientes.

Pero antes de fijaros en su aspecto, antes de cercioraros de que su energia sigue ahí veis... que lleva uniforme de shinigami...

[sigue Shinju]

Tardé un segundo en reconocer al shinigami que habia hecho huir a toda esa bandada de hollow. Tarde un segundo en comprender quien era y tarde un solo segundo en saber que estaba haciendo ahí.

me adelante de nuevo un par de pasos, mirandole fijamente a los ojos, con los mios propios entornados, disminuyendo todo lo posible mi energía espiritual para despistarlo. Recé que no se hubiese dado cuenta de la presencia de Raion.

No hablé, no iba a dar pie a que el joven creyese que le conocía, si el chico comprendía que estaba pasando sellaría su condena a muerte. Miré por encima de mi hombro, clavando mi vista en Kagerou, asintiendo la cabeza imperceptiblemente.

"Abre una Puerta y llevatelo de aquí, no pierdas tiempo... si él le ve lo matará"

Deseé que pudiera leerme la mente.

Raion observó al hombre que atravesó aquella puerta. No era un Hollow, menos mal, seguro que no había problemas. De hecho, según le parecía, llevaba uniforme de shinigami. ¡No había nada que temer! O eso creía él. No se entraba de lo que pasaba, pero el capitán estaba sumamente callado. Raion empezó a pensar en qué persona sería ese desconocido. Miró su pelo negro recogido en una cola de caballo, y le sorprendió la enorme cicatriz que llevaba en la cara. ¡Menuda salvajada! Seguro que era un respetable shinigami que había combatido contra un Hollow terrible que le había dejado aquella cicatriz.

Sin embargo, el comportamiento extraño de su capitán acabó por ser notado por el chico. Arqueó una ceja, incrédulo. ¿Qué es lo que pasaba allí? Decidió no perder calma, ni tampoco la concentración en ocultar su reiatsu. Acabó por buscar alguna respuesta, y el capitán probablemente no se le iba a dar. Miró hacia la teniente, con ojos interrogantes, sin hacer niguna pregunta verbalmente. No comprendía la situación de ninguna manera, ¿quizás era que el capitán estaba frente a alguien de mucho rango y no sabía cómo actuar? Raion sólo sabía que si era así, quizás debiera empezar por inclinarse.

El shinigami desconocido se deja caer cuasi gracilmente sobre el suelo, levantando una onda de polvo espiritual que barre la superficie. Se iergue lentamente, girando la cabeza hacia los lados, posando por ultimo su vista en Harada.

Con un gesto se quita las gafas de sol y se las guarda en el uniforme. Es entonces cuandos veis sus ojos, vacíos, vidriosos y sin vida, como dos pequeños pozos redondos secos. una mueca grotesca asoma por entre sus labios.

-Ooh... que bien sienta respirar aire fresco...- la voz en profunda y grave, una nota grave sobre la escala del grupo.- ¿ooh? Vaya... hay tres ratones ahi parados ocupando el paso...

El shinigami se muerde la uña del dedo pulgar derecho y se arranca el sobrante, las tiene largas e irregulares. Escupe el fragmento.

-Decidme, ¿os habeis perdido?



[sigue kagerou]

solo un segundo, y ya había preparado el Kido de ocultación, que eliminó por completo el rastro espiritual de Raion. Sin embargo, él acabó bajando y dirigiéndose hacia nosotros. Shinju se encargaría de él, podría hacerlo solo, aunque no me gustaba un pelo dejarlo.

Podría necesitarme, pero si no me lo llevaba Raion acabaría descubriendo las cosas, y aquello acabaría allí. Abrí la puerta apenas un momento después, me subí de un salto a la espalda de Raion y le empujé hacia la puerta, y con voz completamente autoritaria le dije al oido:

-Nos vamos...-dije mientras le señalaba la puerta, pareció dudar un momento -¡Nos vamos ahora!...

No iba a soportar el Kido eternamente y aunque así fuera, si él se había dado cuenta no se lo pondría nada fácil, o le destrozaría allí mismo. No quería ser partícipe de una salvajada y que nos tiraran a todos encima. Si nos caían ahora nos destrozarían.

Si hacía falta me llevaría a Raion arrastras a base de Kido, pero ni él ni yo nos quedaríamos ni un segundo mas allí, de modo que nos dentramos en la puerta, no sin antes mirar a Shinju y asentir imperceptiblemente hacia él tambien, y mientras mi boca gesticulaba un clarisimo:

-Mas te vale que vuelvas...- le sonreí decidida, antes de que la grieta se cerrara, y Raion y yo volviéramos. Me snetía horrible por dentro. Si no volvía no me lo perdonaría.Pero volvería, claro que volvería.