Conversación a oscuras... [1 de Enero-Noche Cerrada]

No podía esperar más. Habia dejado correr todo el día para no levantar sospechas sobre nadie. Tenia que decirselo pero ya.

Tras enviarle una mariposa urgente a Kagerou con una citación en su propio despacho, me dirigí media hora despues hacia él con la esperanza de que ya estuviera en él. Me daba igual si media hora atrás habia estado durmiendo, me daba igual si no habia cenado y me daba igual si estaba con alguien...

En la división se nos había juntado tanta gente que estaba en el punto de mira... no podía dejarlo correr...

Llamé a la puerta con moderación aunque en cada golpecito podía oírse la urgencia de mis nudillos.

Había salido a dar una vuelta por los alrededores del cuartel de la división; la verdad es que había una noche excelente y siempre venía bien saber donde estaba cada cosa. La verdad es que se diferenciaba mucho del cuartel de mi antigua división, todo lleno de laboratorios, y los despachos reducidos casi a la mínima expresión. El caso es que justo pasaba por el despacho de la teniente cuando ví al capitán llamar urgentemente a la puerta del mismo, por el sonido y la frecuencia de los golpes... parecía ansioso. Me relamí como un gato que cazaba un ratón y dibujé una sonrisa pícara en mi rostro... ¿Que hacía que el capitán pareciera ansioso? Sin duda alguna sería divertido...

- Vaya vaya... que sorpresa verle por aquí a estas horas Harada-san. ¿Buscando a Yakushiji-san?

Había obviado deliberadamente los rangos, entre otras cosas porque me la soplaban enormemente y porque seguramente se sentiría más "intimidado" si en vez de tratarle como mi superior le trataba como un hombre. A casi todos les intimidaba, menos a ese tarado de Bakamaru, pero porque era raro de cojones.

Le dediqué una sonrisa deslumbrante, sin perder ese matiz divertido a sabiendas de que le había pillado con las manos en la masa.

- Vaya vaya... que sorpresa verle por aquí a estas horas Harada-san. ¿Buscando a Yakushiji-san?

Me tensé inmediatamente al oír la voz pero no me giré. No es que me hubiese asustado. Tenía la suerte de saber donde estaban todos y cada uno de mis pequeños subordinados a cualquier hora del día pero siempre había que ser precavido, todavía no sabía si iban a querer cortarme el cuello. Ladeé la cabeza y me di media vuelta.

Y allí estaba ella. Me sonrió como si, a mi parecer, una mujer quisiese llevarse a un tío a la cama nada mas entrar por la puerta de un bar. Relajé mis hombros. Tampoco me importaba que hubiese dejado los formalismos de lado, había estado observando y estudiandome todos los archivos y podía decir que casi esperaba que actuase del modo en que lo hacía.

Casi...

-Sí, la verdad es que sí, tengo que hablar con ella sobre algo bastante divertido.-esbocé una media sonrisa y me encogí de hombros- pero parece que ya no está...

Me di cuenta de que no estaba en una situación no me ventajosa, todavía no había adquirido todos los datos precisos y no me agradaba demasiado encontrarme con alguien así a oscuras.

-No es tan extraño que yo ande por aquí a estas horas, prefiero terminar el papeleo antes del amanecer para que no se me acumule el trabajo... pero tú... ¿que haces por aquí... Yasuyo? ¿Cumpliste el encargo que te encomendé?

Sonreí aún más ante sus palabras, buen intento, pero colarme una mentira era algo bastante complicado. A fin de cuentas era toda una experta mintiendo a todo el mundo... Me acerqué al capitán, ciertas conversaciones siempre era mejor tenerlas en una relativa intimidad.

- Debía ser algo muy divertido... parecías ansioso. Pero en ese caso, me hace pensar que tienes un sentido del humor un tanto retorcido según los estándares. De todos modos me parecen unas horas un tanto intempestivas para buscar a Kagerou, no es hora para que las personas decentes anden levantadas.

Obvié preguntarle porque la buscaba, ya que la pregunta estaba implícita en la frase anterior. Sin embargo y como buen capitán escurrio el bulto preguntándome por mi misión particular.

- No tengas tanta prisa Shinju, tendrás la información que quieres, a su tiempo. De momento lo que he podido comprobar es de poca utilidad. Sin embargo no sería apropiado que te lo dijera aquí. El Sereitei tiene mil oídos. Pero si prefiere que vayamos a otro lugar con más intimidad estaré encantada de contarle lo que he visto hasta ahora.

Eso podía ser fácilmente malinterpretable, ya que parecía más que le estaba invitando a pasar la noche conmigo que a informarle sobre las niñerías que me encargaba, quizás lo había hecho apropósito, quizás podría haber matizado que el lugar con intimidad realmente era cualquier lugar con papel y un tintero. Pero no lo había hecho, obviamente Shinju debía de estar al tanto de lo sucedido con mi anterior capitán; sería divertido ver su reacción...

Se me acercó sinuosa y eso fue lo que me dio tal repelús que me alejé un paso de ella.

- Debía ser algo muy divertido... parecías ansioso. Pero en ese caso, me hace pensar que tienes un sentido del humor un tanto retorcido según los estándares. De todos modos me parecen unas horas un tanto intempestivas para buscar a Kagerou, no es hora para que las personas decentes anden levantadas.- me encogí de hombros de nuevo.

-Tú misma lo has dicho... decentes.-murmuré enarcando las cejas.

- No tengas tanta prisa Shinju, tendrás la información que quieres, a su tiempo. De momento lo que he podido comprobar es de poca utilidad. Sin embargo no sería apropiado que te lo dijera aquí. El Sereitei tiene mil oídos. Pero si prefiere que vayamos a otro lugar con más intimidad estaré encantada de contarle lo que he visto hasta ahora.

¿El Seretei mil oídos sil él saberlo? Que poca inteligencia me demostraba. Si se pensaba que por ser un capitán salido de la nada no iba a tener mayor conciencia de lo que las altas esferas vigilibaban... lo llevaba claro.

-No gracias-respondí con vaguedad- prefiero leer cosas a escuchar cosas- chasqueé la lengua- ademas, si dices que de momento no hay nada de gran utilidad será mejor que espabiles y le saques el juego al asunto, ¿verdad?, creo que eso se te da bastante bien.- Seguro que ella no ignoraba el hecho de que posiblemente yo supiera sus acciones pasadas en la doce. tanto yo como Kagerou y mis nuevos compañeros de cargo teníamos constancia de todo lo que habían hecho los blancos.

Sonreí como hace un padre ante un hijo que le ha mostrado orgullosamente sus deberes mal hechos.

Su respuesta fue bastante divertida, aquel paso para atrás, aquel nerviosismo subyacente bajo mil capas de honor y deber... Aquella mirada subestimándome, ah, como la adoraba.

- Obviamente, si fuera una persona decente no habría aceptado tu encargo. Pero no cometas el error de pensar que por ser mi capitán, te haré la cama siempre que quieras.

Obviamente mi lealtad tenía un precio, y por supuesto, yo se la vendía al mejor postor. Realmente tampoco había aceptado su misión, si quería que de verdad me metiera hasta el cuello a traicionar a un compañero, tendría que comprar mi lealtad, a no ser que alguien me ofreciera un buen precio por ella.

- Todo se basa en la ley de la oferta y la demanda. Aunque tampoco creo que tengas muy claro que es lo que se me da bien y lo que se me da mal. Nada es lo que parece, y no sólo los de arriba ponen los oídos; así que relájate, no pienso acostarme contigo. No eres mi tipo... ni yo el tuyo; te pega más nuestra perfecta tercera oficial...

Siempre impoluta, siempre perfecta, siempre discreta. El tipo de mujeres que odiaba por no explotar sus cualidades, y seguramente el tipo de mujeres que hacían que nuestro capitán se deshiciera entre sus piernas. Aunque Shinju me parecía más bien el tipo de persona que con las mentiras adecuadas se deshacía entre las piernas de cualquier mujer. Hombres...

Sin embargo le había dado un par de consejos bastante útiles, ni yo era todo lo respetuosa que aparentaba ser, ni nadie era como decía ser... Todo el mundo miente y nadie dice lo que piensa, ya que a nadie le gusta escuchar lo de los demás piensan realmente, las mentiras piadosas o no, eran la base sobre la que se cimentaba todo, incluso nuestro sólido y brillante Gotei 13. El otro consejo es que si querías saber cosas, nunca le preguntes al que está arriba, siempre pregúntale al de más abajo, aquel en quien nunca te fijas, porque él si se fija en tí. Los rumores más jugosos siempre los sacaba de los cocineros y los que limpiaban las dependencias del cuartel. Eran invisibles por naturaleza, ya que nadie reparaba en aquel que hacía lo que nadie más quería hacer, así que nadie tenía reparos en hablar delante de ellos; por ende, se enteraban de todo, aparte de que nada escapaba a su vista. El cotilleo siempre será una de las mejores maneras de pasar el rato. Mantener buenas relaciones con esa gente era mi principal fuente de información, por eso había pocas cosas que no supiera de aquel nido de corrupción y mentiras.

- Me retiro, supongo que la teniente no tardará mucho en venir. Si tienes alguna suculenta oferta no dudes en avisarme, y ya veremos que tengo para tí.

Me acerqué para darle un suave beso en los labios antes de irme. Algunos hombres morían bajo esos labios, otros se derretían. El capitán simplemente se estremecería intranquilo bajo aquel gesto. Demasiado puro y honorable como para reconocer ante alguien como yo un instinto como el deseo. Seguramente pensaría que él estaba por encima de eso, pero yo sabía que simplemente no le había dicho las mentiras adecuadas.

Estaba intranquila.

Pensé que Shinju quería verme, o eso había quedado claro mientras nos íbamos y hablábamos esta mañana. Hablaríamos de las misiones, de qué había supuesto el cambio para los nuevos, de como iba a ir la organización, de los nuevos...

Sin embargo, por mas que esperaba no había recibido la mariposa que dijo que me mandaría.No era usual que se extraviaran, pero tampoco era demasiado improbable que pudiese suceder. De todas formas me dió pro ir a buscarlo, aunque fuesen a esas horas de la noche. Prefería mirar si acaso seguía despierto en el despacho que tener que ir a buscarlo o despertarlo en su cuarto por que se le había olvidado.

Este Shinju...

Cuando llegué por el pasillo pude ver claramente como la mujer se acercaba al rostro de Shinju, probáblemente para besarlo. En mi rostro se dibujó una mirada felina y fría, que me hizo adquirir una expresión nada propia de una niña, lo cual se suponía que era...

Aguardé en el recodo, hasta que la ví darse la vuelta y marcharse, y salí con un aire tan natural que ni se daría cuenta, por mucho que quisiera. Mi mirada volvía a ser la propia de una niña de mi edad, cálida y traviesa. Le otorgué una sonrisa mientras me dirigía con paso tranquilo al despacho.

-Buenas noches Yasuyo. Que descanséis...-dije con un tono agradable mientras la miraba por el rabillo del ojo con una sonrisa de oreja a oreja.

Seguí avanzando y me dispuse delante de Shinju, saludé con la mano, pero con una mirada completamente afilada, que Yasuyo ya no vería, que le mandaba un mensaje al capitán mas que claro palabra por palabra.

"Voy a matarte, bobo atolondrado y cabezón...mas vale que tengas una excusa para esto..."

-Con su permiso, capitán - dije en un tono simpático perfectamente controlado y una sonrisa, mientras abría la puerta, abriendo las pertinentes cerraduras- adelante, por favor...

Dije permitiendo entrar a Shinju primero, para pasar después, asegurándome de cerrar la puerta silenciosamente y oir que no quedaba nadie mas fuera. Miré a Shinju y mi expresion se tornó enfadada, o mas bien descontenta, mirándole con los ojos entornados, y los brazos entrelazados delante de mi, con cara de haberlo pillado con las manos en la masa. Lo hacía de forma natural, y tan real...que gran actriz se había perdido el mundo...

-Asquerosos...-dije con un tono repugnante, y con un deje en la cara que lo mostraba. Estaba enfadada, aunque mas que eso, se me notaba entre indignada y celosa. Era como una niña con padre soltero, que ve acercarse una mujer. Siempre eran un peligro.

Siempre...

Aguanté las paparruchas de Yasuyo en silencio, como un sordo que podía leer el movimiento de labios o como alguien con la convicción necesaria para saber que su interlocutor era mas que un ignorante. Yasuyo no sabía nada acerca de la realidad que la envolvía como tampoco sabía el peligro que corría su cuello.

Fanfarrona.

Y tampoco me inmuté cuando rozó sus labios contra los míos, de hechos mis ojos se volvieron vidriosos como si no vieran nada y mi piel se volvió fría al tacto. No sucedió conscientemente sino que era una reacción natural ante el contacto con una mujer de esa manera a causa de ese... experimento.

Mis ojos y la temperatura volvieron a la normalidad en cuanto se separó unos cuantos pasos al marcharse y fue entonces cuando me percaté que Kagerou ya estaba allí.

-Buenas noches Yasuyo. Que descanséis...-La niña había adquirido un tono de voz bastante normal pero en sus ojos pude leer la acusación aunque no me sentí culpable, al fin y al cabo yo no había hecho nada.

-Con su permiso, capitán - dijo ella en un tono simpático perfectamente controlado y una sonrisa, mientras abría la puerta, abriendo las pertinentes cerraduras- adelante, por favor...

Me adelanté para entrar silenciosamente sin comentar la estancia oyendo como cerraba la puerta sin ningun chirrido.

-Asquerosos...

Me miraba claramente enfadada y supuse que tendría que decir algo al respecto aunque no encontraba las palabrabas adecuadas. Me acerqué a ella y le acaricié la cabeza revolviendole el pelo.

-Tonta-Dije con voz queda.- vuelvete a creer que dejé que se me acercara por gusto y te juro que estoy sin hablarte un mes.

Todo eso lo dije en un murmullo apenas perceptible porque me dolía que pensara siquiera en esa posibilidad. Ambos sabíamos sobre Yasuyo y lo relacionado para con ella, creía que daba por supuesto que jamás me acercaría a una mujer como esa.

Miré al hombre con expresión todavia algo enfadada, pero di un resoplido orgulloso y un suspiro de cansancio y mi expresión se volvió contenta otra vez, solo exageré un poco mi expresión orgullosa de nuevo para decirle:

-Mas te vale...Por que ya sabemos lo que esa mala pécora es capaz de hacer, y no me gustaría tener que sacarte cadáver de entre sus zarpas...-dije mirándole de reojo.

Una vez terminado, me senté en mi mesa de gole e hice un leve movimiento, para que se sentara en mi sillón, mi comodísimo sillón de teniente...frente a una mesa repelta de papeles...que asco...

-Bueno, parece que no ha ido tan mal como parece...-dije con un tono corriente y mirada curiosa, a ver que decía Shinju, o mas bine su expresión corporal. - Pero pensaba que íbamos a reunirnos esta noche. Menos mal que te he encontrado.

Me bajé de la mesa y retiré una pila de papeles.Pero si estabamos reorganizando, ¿De donde podían salir tantos en un solo día?...

-dime ¿que hacías por aquí a estas horas?¿salías del despacho?- dije volviendo y sentándome de nuevo, con las piernas una sobre otra - ya que estamos aquí, ¿quieres que hablemos de esto?

Dije levantando uno de los informes de los nuevos. Teníamos mucho que hablar, que organizar y planear...y muchos cuidados que tomar...Las acciones precipitadas tienen malas consecuencias.

-Mas te vale...Por que ya sabemos lo que esa mala pécora es capaz de hacer, y no me gustaría tener que sacarte cadáver de entre sus zarpas...-dijo ella mirándome de reojo.

-No me digas eso por favor-gemí en un murmullo- de todas formas no creo que consiguiese nada conmigo... algun dia te contaré la historia...


Me senté a la mesa en su cómodo sillón y me hundí en él por unos instantes, cerrando los ojos y pensando que habia hecho yo para merecer esto. Luego al abrir los ojos me fijé en su mesa llena de papeles. Ahora me explicaba porqué mi mesa andaba limpia úlrimamente, el papeleo pasaba antes por ella que por mí.



-Bueno, parece que no ha ido tan mal como parece...-dijo con un tono corriente y mirada curiosa- Pero pensaba que íbamos a reunirnos esta noche. Menos mal que te he encontrado.

-Te envié una mariposa esta mañana, ¿no la rcibiste?- pregunté algo confuso.

Se bajó de la mesa y se puso a levantar algunos informes del día.

-dime ¿que hacías por aquí a estas horas? ¿salías del despacho?- dijo volviendo y sentándose de nuevo, con las piernas una sobre otra - ya que estamos aquí, ¿quieres que hablemos de esto?


Solté un resoplido dando a entender que tras el encuentro de Yasuyo me apetecía poco hablar sobre nada relacionado con el trabajo pero había que hacerlo.

-¿Por donde empezamos?-murmuré- Ah si... supongo que habrás leído por los informes que se han "colado" varios hollows de rango importante en el Rukongai.

Por no decir que entre ellos había un Adjucha y que ningún hollow había abierto una garganta para entrar.

Estuve tentada de preguntar "¿qué mariposa?" Pero lo dejaría para después...ahora estaba dándome algunos datos que si bien se rumoreaban desde la vuelta de nuestros grupos, prefería que me comentase Shinju de primera mano. No es un buen plan creerse todo lo que se dice por ahi...

-Así que es cierto...-cambié de opinión. Mejor decirselo ahora- Por cierto, no. No recibí ninguna mariposa. - dije algo tensa.

¿Podía ser que estubieran vigilando las comunicaciones? ¿Ya?

-¿Qué quieres decir con "nivel importante"? - dije inquisitiva y algo sarcástica. Ya me conocía bastante a Shinju como para saber cuando se tiraba al ruedo - ¿un menos grande?...

Pregunté con toda mi inocencia, aunque seria. Me bastó ver su rostro y el mío cambio completamente, dejé los papeles de un golpe en el suelo y me acerqué sentándome en la mesa d eun salto cerca de él, le busqué con la mirada, bastante tensa.

-Que quieres decir...¿Un gillian? - pregunté seria - No puede ser...

Me costaba pensar que de verdad hubiese pasado semejante cosa. No podía ser...¿un Gillian en la S.A? Aquello era ya demasiado extraño...Ni siquiera estaba segura por que Shinju parecía no estar del todo complacido...

-Adjucha... - murmuré ya con los ojos completamente rasgados de malicia y con la pupila muy pequeña, por la tensión que aquello suponía. ¿Como se las habían ingeniado para entrar?

-¿Cómo han entrado? - pregunté decidida, mirando fijamente a Shinju, con mis cinco sentidos puestos en la conversación...

-No han entrado Kagerou, ese es el problema...-dije sin ánimo- por lo que tengo entendido, un hollow surgió desde debajo del suelo y suena bastante extraño sabiendo que los hollow prefieren abrir gargantas allá a donde vayan.

Me apoyé en la mesa sobre el codo, pensativo. El comentario tenso sobre la mariposa desaparecida ya me había terminado de preocupar, porque eso significaba una cosa: Que nos vigilaban y muy de cerca.

No podía creer que...

-Y no solo fue un Adjucha sino tambien un Gillian junto a unos cuantos huge hollow, todos con habilidades diversas y poderosas con las que los shinigami no estan acostumbrados a actuar. Me preocupa que se les haya ocurrido empezar ya con todo esto.

No era normal en mi pero me preocupaba tambien el hecho de que ahora los perjudicados no eramos solo nosotros sino tambien nuestros subordinados.

Alce la mano contraria a la que estaba apoyada y la estiré produciendo un sonoro crujido con mis dedos.

-Quieren repetirlo todo, toda la historia...-murmuré.

Me quédé helada con su contestación. No se habína colado...

Estaban dejándoles pasar... Había comentado que no usaban gargantas y eso lo había dejado mas que claro. ¿que tipo de hollow, por poderoso que sea, no necesita una garganta para pasar hasta aqui? Miré hacia mis rodillas, moviendo los ojos de un lado a otro, como inbspeccionando mis pensamientos, pero solo se me ocurría una cosa.

Entoces oí la voz de Shinju, que hizo que un escalofrío recorriera mi columna vertebral.

-Quieren repetirlo todo, toda la historia...

Dijo en un murmullo apagado. aquello hizo que me recorriera un sudro frío. querían repetirlo todo...todo de nuevo. Todo lo que habían hecho durante el gran estallido, el motivo por el cual se había hecho la reorganización, todo...

Tragué con fuerza y volví a mirar a Shinju. Estaba claramente preocupado y ahora yo lo estaba, pero la calma que tantas veces me habían enseñado a tener, pese a mi edad, hacía mella en mi dejándome la mente fría.

-Les están dejando pasar - murmuré mientras levantaba de nuevo la cabeza, mirando hacia el con expresión tensa, pero calculadora - ¿Alguna baja? ¿Cuantos daños?...

Dije tomando una expresión que Shinju conocía bien, similar a la que solía mantener por supervivencia casi todo el tiempo en nuestra antigua división. Mi verdadera expresión...

-Tenemos que plantear las cosas de diferente forma, no podemos permitirnos bajas, ni dejar que averigüen demasiado - dije poniendo mi dedo indice doblado sobre mis labios, pensando en alto - Ya no somos solo nosotros, ahora ellos dependen de nuestras decisiones y por el momento no podemos arriesgarnos...-miré al capitán - sabes lo que significa que yo no recibiera esa mariposa...

Seguí pensando a velocidad alarmante, para finalmente seguir musitando.

- Debemos tomar medidas, por que sabes lo que pasará si se enteran demasiado protno y sin haberlo planeado - miré a los ojos de Shinju con un leve destello conocido, melancolía, tristreza y otros sentimientos se leían en mis ojos.- ¿Crees que...será una orden suya?...

Pregunté con un tono extraño dificil de describir, pero con algo de pesar en mis palabras.

-Les están dejando pasar - murmuróella mientras levantaba de nuevo la cabeza, mirando hacia mi con expresión tensa, pero calculadora - ¿Alguna baja? ¿Cuantos daños?...

-Ninguno de los nuestros sufrieron graves daños pero los sectores sobre los que recayeron los ataques quedaron bastante destruidos, sobre todo el 50 Este-mascullé irguiendome de nuevo y echando la cabeza atrás, exhalando aire debilmente.

Vi la subita expresión de Kagerou, aquella misma que hasta hacia poco surcaba su cara en la antigua division en la que estabamos y supe que ya si que habia acabado por tomarselo en serio.

-Tenemos que plantear las cosas de diferente forma, no podemos permitirnos bajas, ni dejar que averigüen demasiado - dijo poniendo mi dedo indice doblado sobre sus labios, pensando en alto. Asentí de acuerdo con ella - Ya no somos solo nosotros, ahora ellos dependen de nuestras decisiones y por el momento no podemos arriesgarnos...-Me miró escuetamente- sabes lo que significa que yo no recibiera esa mariposa...

Lo sabía perfectamente. Una de dos, o se había perdido, cosa poco probable por no decir imposible, o la habían interceptado, cosa que me parecía ya mas probable.

- Debemos tomar medidas, por que sabes lo que pasará si se enteran demasiado protno y sin haberlo planeado - Me miró a los ojos con una mezcla de sentimientos tan intensa que me vi obligado a devolversela con una pequeña sonrisa tranquilizadora- ¿Crees que...será una orden suya?...

Medité unos momentos sobre aquella pregunta. ¿De verdad estaban empezando ya? ¿Iban ya a hacerlo?

Recordé fugazmente mis años de academis y las lecciones de historia y de como mil años atrás se había urdido la catastrofe que supuso luego el Gran Estallido. Y recordé tambien el momento en el cual me enteré de la verdad...

-No estoy muy seguro pero...-me mordí el labio ligeramente para despues chasquear la lengua- creo que ahora mismo solo están causando alborotos para desestabilizar al Gotei 13. Todavía no han llegado a la fase de captura de sujetos... espero...

Eso suponía que aún teníamos algo de tiempo, pro que la captura de sujetos era algo desastroso...sobretodo cuando el tresto empezaba a preguntar, aún recuerdo la sensación cuando al final nos enteramos de todo lo que había pasado. De sus motivos...

-Eso significa que aún tenemos algo de tiempo para prepararlos...-dije igual de pensativa- Aún podemos impedirlo, con el tiempo, pero sabes que cuanto mas les preparemos antes serán un blanco...

Siempre buscaban a los mejores, a los mas preparados...¿Por qué había gente tan distinta en nuestra división? ¿Por qué tantos matices y tantas posibilidades?

Miré a shinju, con expresión algo desencajada, como la que había tenido toda la conversación, que si bien para el no era rara, para el resto hubiese sido del todo antinatural.

-Nos tienen entre la espada y la pared, Shin...- dije pesadamente- Piénsalo...¿Por que gente tan distinta y con buenos niveles?¿Por qué sus habilidades?...-le dije con tono evidente - Si les preparamos y se nos adelantan solo les estaremos ayudando, y en el caso de que no suceda, no seremos lo suficientemente buenos para intentarlo...Ahora solo nos queda esperar y preveer sus movimientos, si no fracasaremos...

Me mordí el labio inferior exageradamente un buen rato y suspiré mientras intentaba pensar.

-Tenemos que preveer sus movimientos, no podemos dejar que nos pillen de sorpresa, igual que ahora...Es una obligación...tenemos que ir siempre un paso por delante...

Miré a Shinju, aquello no era buena noticia, ni suponiendo que todo fuesen paranoias nuestras. Si querían desestabilizarnos, hoy lo habían conseguido, y si seguían así solo Dios sabía cuantos errores podíamos correr...

-Bien...supongamos que así fuese...tenemos un problema por que en nuestra división se encuentran diversos caracteres que podrían necesitar...-dije, planteando todo ocn una frialdad impropia de una niña- ¿quién crees que sería de los primeros?...

Pregunté, aunque antes de que pudiera ocntestar añadí...

-El grupito de la 12 me escama bastante...sabes que en esa división nunca han sido trigo limpio...-y no me refería solo a Yasuyo.El tal Bakamaru y la tal Kurotsuchi tenían tambien lo suyo y muy gordo. Para mí no desaparecía la posibilidad de que no fuesen cambiados aquí por casualidad, y eso era otro punto con el que contar, pero Shinju lo entendería a la perfección, solo pro mi tono al hablar. Para eso servían los años juntos.

[FDP: ¿Así nos aclaramos mejor? ^^]

Me revolví el pelo pensativo. A kagerou no le faltaba razón de ser.

-No solo están los de la 12, hay un par que vienen de la 2, está Gentatsu que viene de la 11...- no era casualidad que de todas las divisiones que habia, la gran mayoria de los"blancos" hubiesen acabado por recaer en la seis y mas teniendo en cuenta que era la division a la que nos habian asignado.

-Todo esto es muy complicado, no podemos advertirles todavia de nada, ni siquiera indirectamente porque hay algunos que son muy listos... creo que Yasuyo se huele algo...


Reprimí el impulso de dar un puñetazo sobre la mesa dando a entender mi hastío, sin embargo me mordí el labio.

-Cree saberlo todo sobre el Gotei 13 y sus secretos, cuando en realidad no tiene idea de nada...

Eso mas bien habia sido un loco pensar en voz alta pero interiormente me estaba refiriendo a Yasuyo. El encontronazo de antes me habia dado muy mala espina y temía que intentase saber más antes de tiempo. No solo seria fatal para la causa sino que pudieran querer deshacerse de ella.

-Esto es de locos Kagerou, no sabes la de veces que desee que me hubiesen convertido a mi en vez de tratar de elegirles a ellos... ¿por qué implicar a mas shinigamis si ya nos tenían a mano?- en aquella pregunta se reflejó tal vez un poco de mi desesperación y bastante preocupación latente.

Compartía sin ninguna duda lo que Shinju me decía. Pero prefería guardarme ciertas inquietudes para mi, como el hecho de que nos hubiesen escogido precisamente a nosotros para ser lso altos cargos de la división donde se concentraban mas "blancos"...

-Yasuyo quiere tener mas poder que nadie. Sabes que siempre te digo que la información es el mayor de ellos...-dije sabiamente - Cree que teniendo toda la información podrá sacarle partido a su favor, pero no siempre es así...y este es el caso, de modo que si se huele algo, como mucho es todo cuanto debe pasar...

Era cierto, tambien estaba el grandullón de la 11ª, y una pareja de la 2ª...Esos podrían ser los que necesitaran en caso de comenzar a probar sacar partido a cuerpos experimentados. si la cosa se trataba de conseguir potencia sin duda irían a por el de la 11ª y el grupo de la 12ª...con esos teníamos mas de un problema...

-Esto es de locos Kagerou, no sabes la de veces que desee que me hubiesen convertido a mi en vez de tratar de elegirles a ellos... ¿por qué implicar a mas shinigamis si ya nos tenían a mano?...

Asentí a su afirmación con renovada resignación mientras apoyaba mi frente en mi mano, cuyo codo estaba apoyado sobre mi rodilla doblada a su vez.

-Se me ocurren unos cuantos motivos Shin...-dije con una sonrisa apenada y cansada - una es que no valemos como sujetos de experimentación, nos conocen y saben ya de nosotros...Otra es que no somos lo suficientemente buenos...o...-estube a punto de guardarme la última para mí, pues a pesar de ser halagadora, era la mas preocupante. Me mordí el labio y lo miré con complicidad, con esa preocupacion latente y esa sensación exasperada- ...o...Somos demasiado buenos...No quieren perdernos, por que somos demasiado efectivos, demasiado buenos en nuestro trabajo, demasiado buenos en nuestros respectivos campos...Y esperan que avancemos aún mas, para intentarlo con nosotros...

Aquello suponía que si el resto eran coballas, nos reserbaban como el plato principal. Era algo que parecía muy problable.

-¿entiendes lo que quiero decir?...- Shinju era un tipo inteligente, pero por mucho que doliese mi capacidad a la hora de realizar razonamientos lógicos era bastante potente y fría para la edad que tenía. Sobrepasaba con creces la de muchos, y eso fué lo que interesó a la hora de pertenecer a la división. Aquello era un duro golpe... - Están esperando, para estar seguros de que lo que hacen funciona, y, si yo fuese ellos, no desperdiciaría dujetos como nosotros, ni como muchos de los que hay aquí en pruebas absurdas...Si lo están haciendo como deben, sin duda su principal preocupación es la efectividad...Por eso nos quieren...nos reservan...como plato principal...

La forma en la que era capaz de meterme en la mente de ellos era bastante oscura y tenebrosa, como si yo misma me creyera lo que decía y eso hacía que todo ganase muchisimo sadismo, por mi situación. Por muy niña que pareciera, entendía las cosas a la perfección y había aprendido del noble arte del ver, oír y callar...demasiado bien...

-¿y que me dices de los rasos?- pregunté centrando de nuevo mi interés - ¿Algun otro blanco interesante entre ellos? Aunque fuese solo mínimamente, estará bien saberlo...-miré un momento a Shinju - ¿no me estarás ocultando nada, verdad capitán?...

Dije aquello en un ligero tono de broma, pero le veía exaltado y no me gustaba ni un pelo. De hecho, no esperaba que fuese nada, pero si algo fuera de esto le reconcomía quería saberlo. Para eso éramos un equipo...el único equipo que ahora podía ayudarles a sobrevivir...

-Hay varios...-comenté con vaguedad en respusta a su última pregunta.

La miré a los ojos y mis ojos se tornaron vacíos.

-Incluso entre los shinigamis comunes hay bastantes que están en su punto de mira... ¿por que crees que estoy haciendo que adiestren al único que no les interesa? Para que pueda ocupar nuestro lugar sea el caso o nos quiten de en medio.

Me refería al joven Yoshikawa por supuesto. Y ese chico era muy bueno.

-Yoshikawa es fuerte y tiene un don extraordinario que los altos cargos no han sabido o no han querido ver y voy a aprovechar eso, con el tiempo sabrá mejorar su aptitudes.

Mejorar sus copias y llevarlas a otro nivel era pàrte de algo de lo que tenia que aprender a hacer pero para eso necesitaba tiempo y aprender a controlar mejor su energia espiritual, por eso le habia ordenado adiestrarse en la unidad médica.

-Tenemos un as Kagerou pero sabes que ellos tienen otro y mucho más poderoso...

Y teníamos que hacerle entrar en nuestro bando antes de que comenzara todo o se nos caería el mundo encima.

-Vale...vale...-dije bajandome de la mesa y caminando lentamente algo encorvada hacia delante, dándome un masaje en la sienes.

Tengo que pensar, tengo que pensar...

La idea de Shinju había sido sin duda acertada. Lo buenode Yoshikawa es que no era solo un muchacho alocado y joven con ganas de aprender, si no que tenía mucho potencial para ello, y eso resultaba un punto a nuestro favor. Bien jugado Shinju...

-Bien, tenemos a Yoshikawa...- dije asintiendo - no será la primera vez que sea de ayuda alguien a quien consideran débil, destituible o sacrificable. Mientras seamos capaces de hacer que no se enteren y de disimular los progresos de Yoshikawa, por que si progresa con rapidez lo percibirán y entonces no habrá nada que hacer...

Sin embargo era la última frase de Shinju la que me había exaltado. "Tenemos un as Kagerou,pero ellos tienen otro y mucho mas poderoso..."

La verdad es que aquello hizo que me desubicara por un momento. su tono era ciertamente extraño y por un momento no sabía si se refería a fuera o dentro de nuestra división. Por que allí, en la antigua había mucha gente. Mucha gente que estaba dispuesta a dar lo que nadie se imaginaba, solo por ascender, o por un momento de gloria.

Miré a Shinju algo descncertada y me atrevía a preguntar.

-Te refieres a alguien de "la nuestra"... - dije con un tono que el bien sabía a qué me refería - o a alguien...de aquí- dije planteándome y preguntándomelo a mi misma. Por que ya se me ocurría quién, pero ni si quiera me había planteado que fuese un enviado, o que estubiese ya bajo el dominio de ellos - ¿Crees que ya...ha decidido bando?-dije preguntándome si era quien me imaginaba. Aquello era un problema. De hecho, todo lo era...

Medité varios segundos sobre la respuesta que iba a darle. No sería fácil hablar si nos estaban espiando y como habia dicho Yasuyo, el Gotei 13 podía tener muchos oídos.

-Está en la sexta....-dije sin rodeos.- pero todavía no se ha decantado por nadie... dudo siquiera que sepa que está pasando... dado que estuvo hibernando desde antes del Gran estallido...

Entorné los ojos.

-Sabes a lo que me refiero ¿verdad? Lo vimos una vez antes de que nos degradaran...

Un aliado que podría otorgarnos mucha más ventaja si la apartaramos de la vía, pero esto resultaba mucho mas complicado por el mero hecho de que la vigilaban incluso tanto como a nosotros.

-¿Y cómo quieres que hagamos semejante cosa? - dije con un tono molesto que denotaba aquel mérito como algo inconcebible - el tiempo se nos va comiendo las posibilidades y ni siquiera podemos hablar tranquilamente.-dije mirando alrededor como si me estubieran escuchando.

Me sentía cohibida y bastante amenazada por el hecho de que parecía que teníamos todos en contra. Por eso y por que tenía que pensar que me oía el Gotei entero cada vez que abría la boca. Que agobio. ¿Y Shinju pretendía que no solo consiguiesemos el don de Yoshikawa, si no tambien que el ser hibernado se pusiera de nuestra parte?...

Aquello si que era una buena meta, aunque no mas que conseguir que nadie se enterara de lo que pretendíamos. Con esa pregunta lo había dejado claro. No sabía como ibamos a hacerlo sin ponernos en peligro a nosotros, ni al ser. Pero incluso teniéndo esto en cuenta, ellos jugarían un papel crucial si el ser se enteraba, era demasiada información. Y aún quedaba el rollo ese del tipo gigantesco...

-Lo que me estás diciendo es que quieres conseguir a "milenios hibernando"...¡¿Pero sin dar información que perjudique a nadie?!...¿Sabes lo que pasará si se entera de esto? - dije mas calmada mirándole con seriedad - Es un peligro...un completo suicidio...y aún peor...¿sabes lo que pasará si se enteran ellos?...

Me acerqué a Shinju, y me subí a sus rodillas suavemente con cuidado. Me dispuse de lado apoyándome sobre su pecho con un suspiro cansado. Es que eran demasiadas cosas, demasiados cambios, demasiado en que pensar...

Mientras oía el latido del corazón de mi compañero, cosa que me tranquilizaba y me agradaba en partes iguales, sonreí cansadamente un momento y una tenue y algo desanimada voz salió de mis labios.

-¿Lo tenemos crudo verdad?- dije, entonces me separé y suavemente le miré desde abajo - tenemos tanto que hacer...-volví a apoyarme en su pecho, y con voz mas firme dije - Aqui empieza...la verdadera batalla.

Le rodeé los pequeños hombros con el brazo a la par que apoyaba el mentón sobre su cabecita en completo silencio.

¿Crudo? Crudísimo diría yo...

-Puede que se una a nuestro bando si le damos algo que desee más que nada... todo el mundo tiene un precio ¿verdad?.-dije pensativo.

Le acaricié el pelo con la mano libre, distraido con mis cavilaciones. Había estado pensando en algunas cosas pero necesitaría tiempo para darle forma a mi bola de nieve. Era difícil y complicado, arriesgado y altamente peligroso y por lo que parecía, ya estaban poniendo el proyecto en marcha. Buscaban las horquillas, tenían el material...

-Pero no tienen la perla....-el susurro se me escapó dandome cuenta tarde de que no estaba solo y recé para que siquiera Kagerou lo hubiese oído.

Era la única esperanza que teníamos de que cejaran en el asunto y la unica posibilidad de poder hacer algo contra la avalancha que se nos echaba encima. Con ella podríamos organizar otro ejército mayor que el que pudieran recrear con los burdos experimentos en base a los papeles de la Biblioteca Oculta y eso sería tener la guerra ganada.

-No he dicho nada...-murmuré en un intento de darle la vuelta a la tortilla.

Todo el mundo tiene un precio...¿Podía denominar alegremente que ella era como todo el mundo? ¿qué coño iba a interesarle? La verdad es que me estaba cabreando pro momentos, aunque no lo mostré. Es que me estaba poniendo negra, por que había solo una forma de salir, y si te equivocabas, caías al precipicio sin posibilidad de volver a intentarlo.

Le oí musitar algo, algo que en mi cabeza resonó. Habló de la perla...

Hice caso omiso, como si no le hubiera entendido, en cuanto percibí un pequeño aumento en su ritmo cardiaco, sólo un momento, suficiente para que diera pié a auq eanalizara su expresión corporal, cada músculo de su cuerpo. Conociéndole tanto o incluso más de lo que él creyera. aún así pregunté, mas por disimular que por otra cosa...

-¿has dicho algo?- dije sonriendo tiernamente.

-No he dicho nada...

-ah, de acuerdo...- dije volviendo a disfrutar de sus ligeras caricias en el pelo, y gozando de ese pequeño momento que podíamos pasar juntos. siempre eran pocos...

-¿que hay...de ese tipo de la 11º? - pregunté entonces, a ver si podíamos pasar revista a todo el mundo, al menos interesante - Tiene una buena cantidad de riatsu ¿no?...¿Crees que podría interesarles eso?...

Me rasqué la sien ligeramente con el dedo índice libre, pensando de nuevo.

-Es posible, ten en cuenta que lo envió para acá el capitán de la 11 antes de que... lo destituyeran... no me extrañaría nada incuso que lo hubiese hecho para ocasionarnos impedimentos aunque no sé que tendría entonces que ver con lo nuestro...

Quizá se pensaría que fuese a dejar que todo se fuese al tratase, pensé apretando los dientes.

-Luego tenemos también a los jovenes Hayate, Yamda y Nakayama...

¿Pero cómo íbamos a plantearnos aquello si teníamos que ser la niñera de no se cuantos cientos de hombres? Era imposible. Completamente imposible, pero aún asi...

-¿Qué hay de esos? - pregunté con interés - es que como entenderás, no me ha dado demasiado tiempo a...

Dije mientras hechaba menos corriendo de uno de los montones de papeles, buscando el expediente de algunos de ellos. A los cinco minutos de buscar y de ver como Shinju se asomaba de vez en cuando; y juraría que a veces incluso se aguantaba la risa; me harté y dejé de golpe los expedientes en una pila...

-¡¡Esto es imposible!! ¡Necesito tiempo! - dije mientras iba con un enfurruñe hacia la mesa y le sujetaba las rodillas mientras le miraba desde abajo.- Mañana me pondré con esto, pero mientras tanto...¿Que tienen esos tres de especial?...

Dije con una preciosa expresión curiosa remarcada en mi infantil rostro.