Horas... [1 de Enero-Mañana]

[FDP: Viene despues de la reunion]




Valgame el cielo...

Por fin se habia terminado...

Por fin podía recuperar la cordura...

Cerré la puerta tras de mi y me deslicé por la pared hasta quedar sentado contra ella con la cabeza alzada. Nunca me habia sido tan dificil proclamar algo, nunca me habia sido tan dificil dar una orden...

Me mordí el labio.

Sabia de sobra por mi actuación que muchos me tendrían por un irresponsable y un cabeza hueca pero poco me importaba. A pesar de que me habia guiado por el acertijo para descubrir posibles buenos rastreadores, me habia tenido que tragar mis palabras y enviar a los que mejor pudieran apañarselas.

Si el comandante no me hubiese avisado con antelacion...

Ojala que ellos pudieran hacerle frente a lo que "ellos" soltaran.

*Pasados escasos 5 minutos, el capitán Harada empieza a notar como la inmensa energía de Gentatsu va acercandose a su despacho. Al ser de un tamaño tan grande, es dificil ubicarla en un punto concreto del edificio, pero la velocidad a la que avanza es suma y exasperantemente lenta, como si en vez de un hombre con unas piernas de más de un metro y medio de longitud se tratase de un caracol*

*Un rato despues, unas lenguas de reiatsu rojo empiezan a transparentarse sobre la superficia translúcida de las puertas de papel del despacho. Se mueven lentamente, como lenguas de fuego de una hoguera, crepitando, moviendose como en un suave baile, meciendose al viento. Unos instantes despues, largos, se oyen 3 golpes suaves y ritmicos sobre la pared circundante a la puerta, sin ningun aire apremiante*

*Cuando el capitán da permiso para pasar, da igual el tiempo que pase pues el gigante no tiene ninguna prisa, la puerta se abre empujada por 2 dedos grandes como cañerías de plomo prácticamente en la parte más alta de esta. Una vez abierta, entra una pierna, ancha como un tronco, seguida de un brazo igual de ancho y musculado, pues su kimono no tiene mangas. El torso, encurbado como un junco para pasar por la puerta, está cruzado por una banda ancha de cuero marrón muy gastado, del que pende una larguísima espada, probablemente más alta que el capitán. Al agachar tambien la cabeza, una larga y gruesa coleta de pelo negro brillante y bien cuidado, envuelto en una cinta roja para que no le moleste en combate, cae de sus hombres y se queda colgando. El proceso de entrar en la habitación es lento, debido a su gran altura y prominente musculatura. Una vez dentro, queda claro que el espectácula de entrada era necesario: es mucho más alto y ancho que el mismo marco de la puerta*

*Cuando ya ha recuperado la compostura, el gigantesco shinigami hace una reverencia de noventa grados, trazando un angulo recto con su espalda y sus piernas, antes de alzarse de nuevo y soltar su espada de su espalda, que coje en sus manos y tiende al capitán, con la empuñadura libre y la espada completamente horizontal. Postra una rodilla en el suelo y tiende la espada con los brazos completamente extendidos e inclinados hacia el suelo, para que el capitán no tenga que alzarse para cogerla*

- Se presenta Tobikunai Gentatsu, decimoquinto oficial de la sexta división de las trece divisiones protectoras de la corte de los espiritus puros *Su voz, potente como un trueno y tiene cierto tono cazallero y cascado como el gruñido de un animal,pero refleja una educación y formalidad digna de un noble y la adecuada para la ocasión* . Es un grandioso honor conocerle, Harada-Dono, capitán al mando de la sexta división de las trece protectoras de la corte de los espiritus puros. Pongo mi cuerpo, mi alma, todas mis fuerzas y el filo de mi espada a su total y absoluta disposición, desde hoy hasta el día de mi muerte.

*Gentatsu alza un poco las ojos, clavando su mirada gris claro, como la de un lobo, en la del capitán. Su ojos, expresivos y cálidos pese a su color, muestran una completa lealtad y una fuerte determinación en su misión*

Utilice mi existencia como mejor le convenga. Soy un mero peón en esta guerra sin fin.

Me había preparado para cuando tuviera que conocer a todos y cada uno de los "blancos" pero nunca me hubiese imaginado que verle a él en carne y hueso y tand e cerca pudiera representar tal cantidad de tensión.

Nada más sentir la energía me había levantado de sopetó y cuando él entró por la puerta con parssinomia me quedé un poco sin aliento.

Imponente, tendría que contárselo a Shiki en cuanto la viera.

El gigantó me ofreció su espada como muestra de lealtad y compromiso aunque me algo sobre él me daba mala espina, no sabría a ciencia cierta el qué.


- Se presenta Tobikunai Gentatsu, decimoquinto oficial de la sexta división de las trece divisiones protectoras de la corte de los espiritus puros-Su voz, potente como un trueno, tiene cierto tono cazallero y cascado como el gruñido de un animal, pero refleja una educación y formalidad digna de un noble y la adecuada para la ocasión- Es un grandioso honor conocerle, Harada-Dono, capitán al mando de la sexta división de las trece protectoras de la corte de los espiritus puros. Pongo mi cuerpo, mi alma, todas mis fuerzas y el filo de mi espada a su total y absoluta disposición, desde hoy hasta el día de mi muerte.

lavó sus ojos en mí y le sostuve esa mirada penetrante y para mi desconcierto, cálida.

-Utilice mi existencia como mejor le convenga. Soy un mero peón en esta guerra sin fin.

Puse mis manos sobre su espada e hice una pequeña inclinación con la cabeza. Sin embargo, cuando me dirigí a él, lo hice con un registro de voz pausado y neutral, sin jolgorio o frialdad.

-He oído hablar de ti, Tobikunai-san, es un honor para mi también tenerte entre mis filas- retiré mis manos y las coloqué a mi costado.- pero me gustaría que te constase que no eres un peón, al menos para mí, si estoy aquí es para ayudar.

Ayudaros mas bien, me dije mentalmente.

*Gentatsu escucha las palabras del capitán y, conociendo la fama de este, comprende que no va a cumplir su parte de la ceremonia de jura de lealtad. Tampoco importa. El ha cumplido con su obligación y eso es todo lo que le importa. Con un gesto sumamente lento, vuelve a alzarse, mirando al capitán desde arriba, desde muy arriba, mientras vuelve a colgar su espada de su hombro, todo con una exasperante lentitud que solo hace que verse agonizada por el poder del reiatsu rojo del gigante*

*Es una energía tal que parece llenar toda la sala, opresiva y poderosa, que aunque no presente ninguna hostilidad, es ya de por si deboradora y ejerce una gran presión tanto física como psicológica*

- De sus palabras intuyo que su liderazgo cumplirá la norma más importante de la relación entre subordinado y lider *sin dar más explicaciones, el coloso sonrie de forma amable, manteniendo las buenas formas y la cortesía en todo momento* . Eso es bueno.

*Sus palabras son escasas y bien elegidas. Ya sabía que era hombre de pocas y formales palabras, pero esa gran cortesía y su gran educación no dejan de sorprender en un gigante capaz de aplastarle la cabeza en su mano*

Iré al grano, pues no quiero hacerle perder el tiempo conmigo. El motivo por el que he venido, a parte de para presentarle formalmente mis respetos y jurarle lealtad, es que deseo información de la misión que nos ha encomendado para esta tarde. *Gentatsu mira a los ojos a su capitán y, aun desde la distancia, este es capaz de notar el cambio de tono de su mirada: ahora es completamente fria e impersonal, como si estubiera mirando un libro en lugar de una persona, esperando conseguir información* ¿Se espera algun tipo de actividad enemiga? ¿Puedo acceder a algun tipo de información sobre mis compañeros de grupo? ¿Ha sido informado el shinigami al mando de mis capacidades y es una persona suficientemente dotada para llebar a la escuadra táctica que formamos a buen puerto?

*Pese a lo directo de sus palabras y la frialdad de su mirada, su tono de voz es perfectamente educado y, simplemente, parece muy centrado en conocer todo lo posible acerca de la misión, como shinigami modelo que finje ser*

No podía dejar de pensar en como podía vivir ese hombre soltando tal cantidad de energía a todas horas, debía de suponerle un almuerzo increíble. Pero ahora me explicaba el porqué me lo habían metido en la división.


- De sus palabras intuyo que su liderazgo cumplirá la norma más importante de la relación entre subordinado y lider *me sonrió de forma amable, más amabilidad, algo que hizo replantearme algunas cosas* . Eso es bueno.

-Supongo.-murmuré sin que él lo oyera.

Me preguntaba también si sería un lobo con piel de oveja que a su vez tuviera piel de lechal. Este hombre tenía las capacidades para ser un buen capitán llegado el momento, quizá me plantease darle el puesto cuando volvieran a ascenderme.

-Iré al grano, pues no quiero hacerle perder el tiempo conmigo. El motivo por el que he venido, a parte de para presentarle formalmente mis respetos y jurarle lealtad, es que deseo información de la misión que nos ha encomendado para esta tarde. -Fue en ese entonces cuando sus ojos cambiaron y me transmitieron la certeza de que quería algo de mí. Información.- ¿Se espera algun tipo de actividad enemiga? ¿Puedo acceder a algun tipo de información sobre mis compañeros de grupo? ¿Ha sido informado el shinigami al mando de mis capacidades y es una persona suficientemente dotada para llebar a la escuadra táctica que formamos a buen puerto?


Tras sus preguntas aguardé varios segundos de silencio, repasando las sentencias que pendían sobre mi cabeza si revelaba demasiada información. Con cuidado elegí las modestas palabras que le darían algo de lo que buscaba.

-Siempre hay que estar alerta Tobikunai-san sea lo que sea y pase lo que pase.-hice una pausa- Yasuyo Shosuro, a pesar de que ostenta mayor rango que el tuyo, está especializada en otro tipo de combate así que espero que si aparecen problemas seas tú el que les de caña.-Mantuve mis ojos tambien fijos en él esta vez sin mostrar ningun tipo de sentimiento.- Asakura Rin es joven y no está curtida en grandes batallas, espero que también aprenda algo de ti. Un buen capitán sabe pelear pero también debe proteger a sus subordinados, ¿entiendes?

*Gentatsu asiente tras las escasísima información de su capitán. El esperaba más datos, cosas más precisas. Shikais, Bankais, invocaciones, nivles de kidoh...*

*En su mente, se formó un pensamiento, que rechazó rápidamente, sabedor de que su inconmensurable reiatsu podía desenmascararle. Con educación, hizo una lebe inclinaciòn de cabeza tras recevir el consejo del capitán*

- Bien. Ya sido todo un honor y un placer poder intercambiar estos instantes con usted. *Gentatsu sonrie de nuevo, cortés y distante, como se espera de un buen subordinado* No obstante, no quiero robarle más tiempo, así que me marcho a prepararme para la misión.

*Gentatsu hace una reverencia de 90º, cumpliendo a la perfección el protocolo, y camina hacia atrás para no dar la espalda al capitán, fiel a la norma, hasta que tiene que hacer todo su lento ritual para salir por la que a el se le antoja diminuta puerta*

*El capitán nota el reiatsu alejarse levemente, antes de que vuelva a acercarse. Vuelve a oir unos golpecitos en la pared y, cuando permite la entrada, la cabeza de Gentatsu asuma por la puerta, con expresión algo cohivida, aunque sus rasgos angulosos y duros no lo muestren demasiado*

- Si es posible, al volver de la misión, desearía recivir instrucción sobre kidoh curativo por miembros de la cuarta división de la corte *solicita, serio, mirando a los ojos del capitán sin perder la compostura pese a estar prácticamente en cucliyas paa que su cabeza pueda pasar por el marco de la puerta*

Tansolo si fuese posible y no hubiese demasiada molestia en mi solicitud, obviamente *aclara, escueto y educado*

¿Aprender kidoh curativo?

la solicitud me pareció algo rara viniendo de su parte así que me descolocó un poco. Sin embargo no pude evitar tener que reprimir el pensamiento sobre el cual veía a Iruka bajo el ala de Hana. Podría pedirle de nuevo otro favor aunque no estaba seguro de si ella lo aceptaría tal y como estaban las cosas.

Y pedirselo a Shiki podría resultar mala idea.

-Bueno, no veo por qué no.-asentí tras haberlo pensado detenidamente- Puede ser una buena oportunidad para que expandas tus habilidades con ese reiatsu. Preséntate mañana por la mañana en la enfermeria de la cuarta, la teniente Misaki te estará esperando.

Obvié el dato que incluía el hecho de que Iruka también se encontraría allí, puede que no fuese adecuado soltarselo de momento al joven Yoshikawa.