Las flores marchitas [Dia 4- Mediodía]

Bueno, ya no había marcha atrás...

me había saltado la comida después de terminar de limpiar los pasillos de ala sur del cuartel y las tripas me rugían hambrientas pero estaba decidida a continuar pasase lo que pasase.

Nuestras búsqueda tenía que empezar por la bilioteca y remontarnos mil años en la historia y no estaba segura de que nos fuese a dar resultado, pero si mi hermana quería que él se nos uniese, por algo sería.


La teniente me había asignado un compañero para la salida, algo que me parecía extraño ya que solo iba a consultar unos cuantos libros sobre combinaciones de Hadoh... o eso se creía ella...

Sabía por mi hermana que el chico me buscaría por todos los medios asi que esperaba que no me entorpeciese mi compañero lastre hoy...

me apyé contra la pared del muro exterior del cuartel, esperando a que saliese.

Había sido una mañana bastante complicada desde que había salido del despacho de la teniente. Kamui se dedicó a hacer sus tareas, sin dejar en ningún momento de buscar a las dos hermanas ... o mas bien, sin dejar de romperse la cabeza tratando de encontrar la manera de llevar la búsqueda.
La discreción y el secreto que implicaba el asunto y el ser un recién llegado al a división, le estaban poniendo las cosas muy dificiles.

Era mediodía ya, e incluso se había olvidado de comer... y de otro asunto en el que le habían pedido discreción. Corría hacia la salida del cuartel para encontrarse con su compañera en esta misión en la biblioteca, molesto consigo mismo por haber permitido que se le pasara así la hora.

Aún no sabía nada de la misión que le esperaba en la biblioteca, ni de porqué se la habían encargado a él, pero pronto lo descubriría. Y quizás, hablando con su compañera mas veterana en la división, pudiera conseguir alguna pista que lo ayudara en la búsqueda de las hermanas.
Con esa curiosidad y esa vaga promesa en mente, apuró aún mas el paso.

Kamui salió por la puerta sin detener la marcha de su carrera y se encontró con una shinigami apoyada en la pared. Casi se dió de bruces con ella en su carrera. Kamui dió un traspiés y consiguió a duras penas evitar chocar con la joven.
Se quedó unos instantes parado ante ella respirando entrecortada y agitadamente por la rápida carrera, tratando de recuperar el aliento antes de continuar corriendo hasta la biblioteca.

"Pe-Perdona... lle-..llego tard..e..."
Dijo sin aliento, haciendo una ligera reverencia, mientras trataba de excusarse por casi haberla arrollado.

Casi ya había terminado de contar los ladrillos del muro de enfrente... cuando fui casi atropellada por el que luego supe sería mi compañero de búsqueda.

-"Pe-Perdona... lle-..llego tard..e..."

Con la voz y el aliento entrecortados, hizo una leve reverencia a la que correspondí.

-No te preocupes, tampoco llevo mucho tiempo.- dije tratando de restar importancia al asunto.

Mentira, llevaba casi media hora esperando pero que mas daba. Lo importante es que por fin iba a poder reanudar la búsqueda.

-Hayate mei, mucho gusto.- me presenté rapidamente.- bueno, no perdamos tiempo, hay muucho que hacer.- Sonreí infundiendome ánimos aunque por dentro mi mente estaba haciendo una serie de rapidos cálculos.

El chico que mi hermana me había descrito era vagamente semejante al que tenía delante así que sopese la posibilidad de que fuese él. Me di cuenta de esto mientrás echaba a andar hacia la biblioteca.

Me giré en redondo hacia él.

-¿Buscando el azahar?.- pregunté con voz seria.

Con las manos sobre las rodillas y semiagachado, Kamui seguía tratando de recuperar el aliento tras la carrera.
-No te preocupes, tampoco llevo mucho tiempo.-
Kamui levantó levemente una de sus manos como si pretendiera disculparse de nuevo o agradecer a la chica la filosofía con que se tomaba el asunto. Ya con el aliento casi recuperado, iba a responder al comentario de la joven, pero la frase lo dejo sin palabras.
Sencillamente alzó un poco la cabeza y miró a la shinigami a los ojos con una expresión interrogativa en el rostro.

-Hayate mei, mucho gusto.- dijo la joven, confirmando lo que Kamui estaba pensando - bueno, no perdamos tiempo, hay muucho que hacer.-
Kamui levanto el tronco de nuevo con una última y profunda inspiración, y habló con su tono amable y sereno habitual.
- Encantado de conocerte, Mei - dijo con inclinando levemente la cabeza - Nakayama Kamui ... despues de ti, entonces...- añadió con un un leve ademán de la mano y una sonrisa serena. Preguntándose, al mismo tiempo, que sería lo que se esperaba de él en aquel extraño encargo.. y si realmente podría conseguir alguna pista para su propio empeño.

Kamui caminaba al lado de su nueva compañera, medio inmerso en sus propios pensamientos, cuando esta le hizo repentinamente una pregunta tan inesperada que lo dejó de una pieza.
-¿Buscando el azahar?.-
El tono serio reforzó el impacto de la pregunta.

Kamui se paró en seco en cuanto la oyó. Tardó un breve instante en girarse a su vez hacia Mei. Cara a cara, permanecía aún en silencio y con su enjuto cuerpo en tensión. Por su mente pasaban todas las posibilidades que se le ocurrían para explicar aquello, pero ninguna parecía querer permanecer allí mas de una fracción de segundo.
Se decidió por la explicación mas sencilla.
Lentamente su mano paso desde su costado, casi rozando la empuñadura de su zampakuto, hasta el kimono. Del interior de la chaqueta sacó un carta y se la mostró a la joven, esperando que el perfume que cubría la nota llegara hasta Mei.
-Es una aroma embriagador, verdad?- Dijo con seriedad.

Los hombros de Kamui se relajaron, sus rasgos hicieron repentinamente mas amables y su voz mas serena al preguntar
-Como... Como está tu hermana?- con aire de quein está tentando a la suerte.

Kamui se paró en seco en cuanto me oyó. Tardó un breve instante en girarse a su vez hacia mi, tanto que supuse que había acertado. Era eso o ese chico tenía algún problema con las flores. Seguí sus movimientos con estricto silencio.

Lentamente su mano paso desde su costado, casi rozando la empuñadura de su zampakuto, hasta el kimono. Del interior de la chaqueta sacó un carta, mostrandomela.

Enseguida me llegó el suave perfume que mi hermana usaba... el mismo con el que impregnaba todas las cosas que quería marcar como suyas.

-Es una aroma embriagador, verdad?- Dijo con seriedad.

Lentamente desapareció la tensión entre nosotros, al mismo tiempo que una tímida sonrisa de satisfacción adornaba mi rostro.

-Como... Como está tu hermana?- con aire de quein está tentando a la suerte.

Deslicé mis ojos por sus facciones mientras ladeaba la cabeza. Aspiré suavemente para luego exhalar un ligero suspiro. Comencé a andar y le indiqué que me siguiera.


-Bastante bien.- una respuesta sencilla y simple, ya que dadas las circunstancias, no podía hablar mucho de ella, sobre todo con la division cerca..- está realizando algunos trabajos para la division 10, estudiando algunos informes sobre tácticas de defensa contra los hollows que se cuelan en la Sociedad de Almas, nada importante.- expliqué.

No era mentira pero tampoco era tooda la verdad. Podría contarle mas cosas una vez al amparo de las salas de seguridad de la biblioteca.


-Bueno Kamui-kun, ¿puedo preguntarte de que conoces a mi hermana? No suele acudir a nadie para este... tipo de cosas.- le miré un momento.- ¿porque sabes a que vamos a dedicarnos no?.- pregunte con vehemencia.

Siguiendo la indicación de su compañera, Kamui echó a andar junto a Mei. Medio perdido, repasando los difusos recuerdos que tenía de la dueña del embriagador perfume, medio alerta aguardando la respuesta de la shinigami.

-Bastante bien. Está realizando algunos trabajos para la division 10, estudiando algunos informes sobre tácticas de defensa contra los hollows que se cuelan en la Sociedad de Almas, nada importante.-
Kamui aceptó la sencilla respuesta como le llegó. Pese a la escasez de información que le daba, al menos era mucho mas de lo que había hallado de su misteriosa benefactora en muchos años.
Asintió con la cabeza como toda respuesta, no iba a preguntar nada mas sobre la hermana de Mei, ni siquiera su nombre. Se había acostumbrado tanto al misterio y a la búsqueda, que estar tan repentinamente a un paso de encontrar a la mujer del perfume de azahar le hacía sentir un enorme vértigo.
"Calma y tranquilidad ahora...calma y tranquilidad" se repetía a si mismo mientras caminaba con Mei a través de las calles del Seiretei. Bajo ningún concepto iba a permitir que aquel vértigo le hiciera perder el control.

- Bueno Kamui-kun, ¿puedo preguntarte de que conoces a mi hermana? No suele acudir a nadie para este... tipo de cosas. ¿porque sabes a que vamos a dedicarnos no?.-

Al escuchar a su compañera, el rostro de Kamui comenzó a mostrar una sonrisa torcida al rememorar de nuevo el encuentro con la hermana de su compañera. La sonrisa de Kamui se llenó de humor negro al oir la segunda pregunta.

Decidió responder primero a la segunda.

- Mi estimada amiga... llevo sin saber el porque y la razón de lo que hago desde mucho antes de llegar a la sociedad de almas...- dijo, cargado de humor cínico burlándose de si mismo, para continuar en un tono mas sereno e íntimo, casi como una confesión.

- Me preguntabas de que conozco a tu hermana... Bien, ella me ayudó en un momento en que de verdad necesitaba ayuda. Entre otras cosas, hizo que me empezara a preguntar el "Porqué" y la "Razón"...-
Se detuvo brevemente, mirando a Mei como si la viera de nuevo por primera vez.
- Os debeis de parecer ... Gracias por preguntar, de verdad...- dijo con tono cansado pero sincero, para luego, despues de un sonoro suspiro, continuar con su energía habitual.
- No, Mei-san... Puedo suponer qué es lo que se espera de mi, pero no se nada del trabajo que tenemos que relizar....-
Le dijo a su compañera mientras retomaba la marcha.