Hora de Recoger la Pesca [Dia 1-Mañana]

Bueno.

Por fin me había decidido a empezar con lo bueno. Era la hora de dar un poco la cara ante los pobres shinigamis que me habia tocado proteger del turbio asunto que se nos venía encima. Y ademas...

Estaba el asunto de los de la doce... y no solo era por Bakamaru y Yasuyo....

En fin...

Entré al dojo, abrí las ventanas y me senté en la tarima alzada que había en uno de los extremos. Creo que incluso vi un extraño bulto tirado contra la pared.

-Bien, Kagerou no tardará en venir, será mejor que los llame.

CErré los ojos y apoyé mis codos sobre las rodillas para a su vez apoyar la frente sobre mis puños. Una enorme concentración de energía espiritual cargada con espectro positivo se desplegó por todas partes y por cada rincón del cuartel.

No tardarían en venir.

Abrí los ojos durante un momento para ver a las mariposas revoloteando. Ni siquiera les dió tiempo de posarse, las cogí y me las llevé a la boca. Cualquier cosa que tubiesen que decir me importaba mas bien poco, pero quizá tubiera que ver el hecho de que aún estaba medio dormida.

No estaba mal...

Luego me di la vuelta e intenté levantarme un poco, apoyándome en la pared, pero al cerrar los ojos creo que me volví a dormir, por que una repentina ola de anergía me hizo abrir los ojos, como al que le gritan al oído cuando duerme y no sabe por donde le suenan las campanas. Aquella energía...

Abrí los ojos enormemente y pestañeé numerosas veces, intentando centrar alguna imagen, pero todo se veía bastante nublado. Cerré los ojos con fuerza y al abrirlos parecía que podía enfocar algo mejor, al menos el suelo lo veía con bastante claridad.

Que dolor de cabeza, dios mio...y seguia dando la tabarra...

Miré hacia la figura que estaba apoyada en el dojo, con los brazos sobre las rodillas, pero no fui capaz de verle o verla la cara. sin embargo el reiatsu era bastante potente, por no decir muchisimo.¿Sería el capitán? Muy posiblemente, eso o su riatsu tenía un valor similar a ese rango.

Me desapollé de la pared y me arrastré un par de metros mas cerca. Entonces le miré un momento. Me posicioné los brazos estirados y el pelo suelto, sentada de lado como si no pudiese usar las piernas. La verdad es que aún estaban entumecidas. De pronto me dieron unas ganas de bostezar tremebundas, así que abrí la boca enormemente, se me cerraron los ojos poco a poco, y cuando terminé de cerrarlos, los brazos me fallaron y me golpeé en la cabeza contra el suelo, con un ruido que daba a entender que el golpe había sido bastante serio.

Sin embargo para entonces yo ya no noté nada, estaba en la tranquilidad de mi sueño otra vez. Tanto es así que en seguida se notó mi respiración, que salía como una bocanada gustosa de mi boca tremendamente abierta, que empezaba a gotear por la comisura de mis labios, ya que había caido algo recostada sobre uno de mis lados.

Que agustito se estaba durmiendo...

Parecía que nadie de aquel lugar entendía el significado de la palabra sutilidad, pero bueno, que le iba a hacer. Era el precio de haber salido de mi antigua división... Fui al dojo guiada por aquel descomunar reiatsu y me pregunté si aquello era una pelea de gallos entre el capitán y el tio enorme, algo como "a ver quien la tiene más larga"; patético... Cuando entré sin embargo me encontré algo con lo que no me esperaba, pensé que esa idiota se habría quedado en la 12, pero no, ahí estaba, completamente dormida sobre el suelo del dojo en una postura además muy poco digna.

Cabreada por aquello le lancé uno de mis alfileres de punta de cristal que se clavó justo al lado de su cara, obviamente la punta se rompio, esparciendo su escaso contenido por el tatami.

- ¿Se puede saber que haces aqui?

Era extraño, después de aquello siempre tenía a Ai cercade mí, no es que me molestase especialmente, aunque nunca lo reconocería, pero desde luego era algo que tampoco entendía muy bien.

Hoy era el día en que finalmente conocería a mi nuevo capitán, solo sabía su nombre, Shinju Harada, y un montón de rumores inciertos o quizá ciertos sobre él, aunque hacía caso omiso de ellos, yo solo me dejaba llevar por lo que veía, no por lo que oía, y los rumores de novatos sin experiencia no era ni mucho menos por lo que me iba a dejar llevar.

La reunión iba a ser en el dojo, así que me encaminé allí directamente sin demora, aún no me había preparado una nueva ropa que ponerme, así que iba con el uniforme de la segunda división, cosa que me iban a tener que dejar mantener si quería seguir con mis estudios sobre el Shunko, si es que algún día los terminaba, era un arte un tanto difícil y complicada incluso después de haber estado entrenando más de un siglo y además me sentía mejor y más cómoda con esa ropa.

Finalmente llegué al dojo, era la tercera en llegar, allí estaba el capitán sentado y meditando, y dos personas más que todavía no me había chocado con ellas, hice una reverencia y me arrodillé en el dojo a esperar a que empezara la reunión tranquilamente en mi sitio.

Estaba claro que no había manera más simple de llamar la atención a todos para que acudiesen a la reunión que esa, aunque lo normal era alarmarse por ese despilfarro de reiatsu, Shen solo solto una breve y sútil carcajada que llamo la atención de quienes estaba cerca de donde estaba camino al dojo donde se celebraría esa reunión. Le pareció bastante acertado haber hecho el traslado de división, pero ahora mismo era lo menos, pues si al final conseguía llegar al nivel que necesitaba, más de alguno tendría que jubilarse antes de tiempo.

Entró en el dojo justo después de una chica con gafas... que tras un rápido vistazo, no, no era su tipo. En cuanto al panorama del interior de quienes estaban allí por el momento, no le cabía duda que era un grupo bastante variopinto el de la sexta división y eso que de momento habían llegado pocas personas al lugar. Sonrió levemente por lo interesante que podría ser esto en vista al futuro, tendría que quedarse con los detalles de lo que le pareciera que mereciese la pena... el capitan era el claro ejemplo de no fiarse de la apariencia para empezar.

Se apoyó en la pared cerca de la entrada con tranquilidad.

En cuanto sentí el reiatsu del capitán me dirigí al dojo no sin antes ponerme mi haori azul que Iruka había rechazado muy amablemente, esperaba que se cambiara antes de presentarse en el dojo. No causaría muy buena impresión al capitán apareciendo completamente mojado. Cuando entré pude ver un grupo de gente bastante pintoresco, pero no iba a juzgarles sólo por sus apariencias, quizás todos fueran shinigamis prometedores que darían grandes cosas al Gotei 13 y a la sexta división. Estaba encantada de poder trabajar con gente tan diversa de la que aprender tanto.

- Buenos días a todos.

Como no, había que saludar a todo el mundo, aunque no conociera a nadie todavía. Pero la educación y las buenas maneras era algo que no debía perderse jamás; daba igual la situación, un buen comportamiento siempre era algo que dejaba huella y hablaba favorablemente de uno mismo.

Ajeno al resto de la división, Raion estaba aún encargándose de su maleta. Había llegado ayer mismo, en el crepúsculo, y apenas llegó tuvo que irse a dormir. No conocía bien el lugar, no conocía a sus compañeros de división, ni a su capitán, a nadie... excepto a Saori, por supuesto, pues ella era su hermana mayor y sabía por su propia boca que era la 3ª oficial. Un rango muy elevado, tendría una ardua labor para llegar hasta ser 4º oficial, sin olvidar hacer todo su entrenamiento. Se había despertado muy temprano, entre otras cosas porque había domirdo fatal, con uno de sus sueños especiales, de esos que no le dejaban dormir bien. Por ello, tenía unas ojeras pronunciadas, y un gesto apesumbrado en el rostro, mientras sacaba sus cosas de la maleta con cuidado, guardando cada cosa en su sitio, antes de ir a la reunión que se suponía que...

...por todos los espíritus, ese reiatsu casi le deja sin aliento. Poderoso, muy poderoso, no recordaba haber sentido uno así en muchísimo tiempo. Estaba claro que era el del capitán... ¿pero qué estaba haciendo para despedir semejante oleada de energía? Si estaba entrenando, no quería saber cuán poderoso podía llegar a ser si fuese un combate de verdad. Tardó por lo menos un minuto en darse cuenta de que era una llamada, durante el cual le había restado importanciaal asunto. Cuando se dio cuenta, soltó un involuntario "¡ah!" de sorpresa, y se puso la parte de arriba de su kimono, andando a paso ligero hasta el dojo.

Abrió la puerta y se encontró con un panorama extraño. Una mujer al parecer dormida... otra que tenía aspecto de malhumorada, aunque muy bella, eso sí. Una tercera con gafas, rubia de ojos azules, también muy guapa. Un hombre de aspecto fuerte, de pelo rubio corto y ojos grises. Su hermana estaba allí, lo que hizo que sonriese sin poder evitarlo, cambiando su aspecto cansado debido a la carencia de sueño por una sonrisa afable. Y finalmente, el foco de reiatsu, el que probablemente sería su capitán. Por su parte, Raion era un hombre joven y atlético de musculatura fibrosa, con un precioso pelo blanco de brillos plateados, liso, muy largo al igual que su hermana y bien cuidado. Sus ojos azules tenían un color muy intenso, casi parecían capaces de atravesar el alma, pero ahora estaban afectados por el cansancio y le daban una edad que no poseía, y además estaban rodeados por una leve mancha oscura que eran sus ojeras. Su piel blanca era firme, y parecía suave y agradable al tacto. Vestía con un kimono tradicional, de un color azul acorde con sus ojos, con una túnica por encima de color blanco apagado, con adornos azules. El hakama (parte baja del kimono) llegaba hasta un poco más abajo de sus rodillas, mostrando unos pies tapados por tabis (calcetines) blancos y unas resistentes sandalias. Además, sus manos estaban protegida por mitones, y su katana estaba enganchada en el obi (cinturón) a su lado izquierdo.

-Buenas tardes a todos-saludó cortésmente, antes de sentarse al lado de su hermana, casi inconscientemente. Permaneció callado, respetando al capitán, que aún no sabía cómo se llamaba. Bueno, no sabía nada de ningún compañero, de todos modos...

Poco después hizo acto de aparición un chico vestido con vaqueros, una camisa por fuera, zapatillas de deporte desastradas, unos enormes cascos en el cuello y aspecto de andar entre medio dormido y medio alelado. Levantó una mano a modo de saludo, acompañado de un escueto "Buenash" antes de dirigirse a un rincón para mirar con interés a todos los que tenía ante él. Saludó con una enorme sonrisa a la mujer de las rastas, mientras agitaba una mano (un día de estos tenían que fumarse unos canutos para celebrar que estaban en la misma división) y después con una sonrisa enormemente maliciosa a su anterior compañera de la división 12.

Vaya, pero si dejan entrar víboras al cuartel y todo... algo me dice que no me voy a aburrir murmuró para sí, con una sonrisa satisfecha. Oh, sí, le iba a gustar, y mucho

Kotaro entró dando pequeños saltitos aun sabiendo que había fracasado en lo referente a averiguar el nombre del capitán. El golpe de las múltiples energías espirituales fueron para él como un pequeño bofetón en la cara, sobre todo la del que supuso sería el capitán, allí sentado y con aires de meditación, sin al parecer hacer caso a nadie allí presente.

Miró con curiosidad a los presentes y su rostro se tranformó en una mezcla de melancolía y cautela. Allí había gente poderosa, ¿habrían trasladado a esos shinigamis a la sexta con el proposito de conformar una división insuperable?

Kotaro no lo sabía y no quería preguntar, le gustaba su vida sencilla y "tranquila" dentro de lo que cabía. Cerca vio a la tercera oficial, sentada respetuosamente y aguardando en silencio. A su lado se encontraba un joven que al igual que ella tenía el cabello blanco y largo. A pesar de haberla visto en el patio junto a otros tantos esa mañana, no había tenido ocasión de saludarla como siempre que hacía si la veía cerca como su superiora que era desde hacia tiempo.

Se sentó junto a ella en el lado que no estaba ocupado e inclinó la cabeza sin mirarla, murmurando un saludo formal.

-Buenos días Isayama-dono.

El pez esta vivo, no podia estar mas feliz. Estaba tan feliz... de repente me paro en seco, estaba a medio camino. Coloco la pecera delante mia y miro fijamente al pez.

Si vas a ser mi amigo, vas a necesitar un nombre - Si, estoy hablando con un pez - Que nombre suena a pez... A si por supuesto, te llamare Shinju como el nombre del estanque. Y si consigo un pez feisimo le llamare como el cabron que vacio tu estanque.

La verdad es que un nombre apropiadisimo para un pez. Una vez terminada esa dificil tarea, mi nuevo amigo yo nos volvimos a relizar otro shumpo dirección a la energia espiritual desconocida.

La energia espiritual provenia del Dojo, varias personas se encontraban en su interior. Unos cuantos me sonaban del patio interior. Principalmente reconoci a Saori, que estaba ya dentro, asi me acerque a ella.

¿Conoces a Shinju? - Pregunte a Saori, lo que no sabia ella es que me referia al pez - te doy una pista, esta con nosotros ^^

[Aclaracion del master: Despues de esta intervención no posteeis sin motivo (a excepcion de la teniente y su entrada o preguntas directas), para poder agilizar las cosas. El capitan da por supuesto que estais todos aunque no hayais posteado. Las misiones se repartirán en función de si habeis conseguido averiguar el nombre o no aunque puede haber excepciones. Buena suerte.]



Levanté la cabeza en cuanto oí que los murmullos empezaban a subir de tono. Y cuando lo hice pude observar que el espacio se había ido llenando considerablemente.

Me levanté lentamente a la vez que hacía disminuiar el nivel de expulsión de energía y les eché una ojeada a todos.

Los conocía, me había aprendido sus nombres y sus caras, sus habilidades y sus defectos durante toda la noche, asi que no creía tener problemas a la hora de repartir las patrullas.

-Basta de estupideces- a pesar de que me gustaba el jolgorio, decidí ponerme serio- Veo que la gran mayoria ha decidido presentarse, eso esta bien.-suavicé mi expresión algo crispada y detuve mis ojos sobre el frente, cerrandolos tranquilamente mientras hablaba.

-Yasuyo, tranquilizate, no es conveniente que vayas manchandome el suelo de algo que resulte peligroso para los que frieguen, aunque si Kurotsuchi no se despierta te doy permiso para que lo hagas tú, si quieres.

Hice crujir el cuello ya que me dolía después de la postura anterior.

-Fuuru, la proxima vez intenta venir con el uniforme puesto, no creo que resulte muy dificil para ti.

Fue entonces cuando me fijé en un muchacho que se hallaba cerca de la que reconocí como mi tercera oficial. El chico tenía bien sujeta una cubeta de plástico con el sello de la 4º, llena de agua y con un pez en su interior.

Me acerqué a él.

-Yoshikawa, ¿se puede saber que demonios haces con eso?- lo pregunté con un registro de voz bastante suave pero dejé ver que no estaba nada predispuesto a ser comprensivo.

Acababa de llegar a la puerta del dojo y ya parecía haber una buena reunión dentro, se oían varias voces, algunas en mayor nivel que otras, y yo, llegando la última. Había utilizado el shunpo, asi que no estaba demasiado cansada. Me observé por un momento. Mi zampakûto estaba bien puesta, y mi insignia pendía de mi obi color blanco, en mi muslo derecho...

Oí claramente la voz del capitán desde dentro, y sin duda como reprendía a algunos shinigami. ¿Como podía alguien estar durmiendo en el dojo, en la primera reunión? ¿y qué tipo de shinigamis iban sin uniforme, y sobretodo que era lo que hacía un tal yoshikawa con que? puse mi pulgar y mi índice sobre mis ojos en una expresión ligeramente cansada, tomé aire y abrí la puerta con firmeza...

Pude ver como muchas de las miradas se dirigían hacia mi. Entré en completo silencio hasta disponerme cerca del capitán. Hice una inclinación con la cabeza y musité un leve - Disculpe, capitán...- luego miré al grupo. Que panda de gente, por Dios, y algunos que pintas...

Desde luego iba a ser algo duro meter a esos chicos en vereda, mas que nada por que todos parecían tener personalidades muy fuertes, o al menos su aspecto decía que eran muy diferentes. No era como si estubiésemos en el colegio, pero era dificil hacer que gente muy distinta no tubiera problemas, lo mínimo era que se respetaran entre ellos...

Eso e implantar compañerismo. Si luego tenían amistad o no era algo que no me incumbía a pesar de que yo solía unir lazos muy estrechamente con cualquiera, ya que me encantaba conocer gente.

Me quedé de pie, al lado del capitán observando al grupo. En mis ojos brillaba cierta expresión fría que en alguien de mi edad intimidaba un poco. Podía ser mucho peor, sin embargo, sabía de sobra que yo era bastante inquietante. Siempre lo había sido...

Le dirigí una mirada desafiante al capitán no sin antes recoger la aguja que había tirado bajo las narices de Ai, sin éxito, ya que esta segía roncando como un puto cerdo en el barro. Tendría que despertarla si no quería que siguiera durmiendo durante toda la reunión.

- Nadie les ha mandado chupar el suelo... Si se mueren es que son estúpidos.

Dicho esto me acerqué a Ai, me arrodille a su lado y saqué un paquetito que tenía envuelto en papel de seda y lo pasé bajo las narices de Ai, era una planta de mi propia cosecha. Un híbrido que había creado y mejorado y que Ai solía esquilmar cuando yo no estaba cerca... Si eso no la despertaba, nada lo haría...

- Ahora ahórrese los detalles engorrosos y volver a sacar la cola cual pavo real, no necesitamos exhibiciones como la de hace un rato. No pienso lamerle el culo sólo porque sea capitán.

Y aquello era muy cierto, a la hora de la verdad daba igual capitanes que shinigamis rasos, todos gemían igual y todos morían igual. Cuando Ai estuvo despierta me dirigí a ella.

- Si me fui de la 12, fue precisamente para no tener que aguantarte... ¿Que coño haces aqui?

Fué momentáneo. Casi como si me hubieran clavado una aguja en el cerebro. Aquello olía deliciosamente bien, tanto que mis ojos se abrieron como platos a poco que lo tuve bajo la nariz. Ahora veía todo mucho mas claro. La mano se Yasuyo sujetando el paquetito. MI paquetito, mio, mi tesoro...

De una manera un tanto antinatural di un bote que hubiera asustado a cualquiera y cogí el paquetito arrebatándoselo a Yasuyo, lo cogí con las dos manos como si se fuese a disolver solo con mirarlo y dije muy alto:

-¡¡KYOKI HIJONI, KYOKY HIJONI!! [Locura extrema]- comencé a entonar una melodía tonta, de esas de ponerle banda sonora a todo - kyoky hijoni, kyoki hijoni, tengo kyoki hijoni, para mi, toda para mi, o yeah!! - dije mientras besaba el paquetito, y me lo metía debajo de la cinta de pelo, que deslicé desde mi cuello donde estaba puesta hasta su sitio acostumbrado. - ¡¡Esto es la locura!!...

Entonces observé un momento el panorama, ¡¡que de gente!¡...habían salido del suelo...¡Como setas!!...mmmm...setas...

Yasuyo le dijo algo al capitán, a su lado había una canija que no vislumbré demasiado bien, miré un poco aqui y allá, una tipa de pelo blanco, un par de chavales, un mostranco, un tio con un pez., etc...Ese molaba. Al final me encontré al niño pasotista. Saludé con la mano mientras me reía, alzándola y dejandola caer un momento, lo justo para llamar la atención del chaval...

Pero luego volví a centrarme en Yasuyo, que me estaba contando algo de que se había ido.La miré con un gesto bastante exagerado y cómico, como solían ser todos los míos, ya que era muy expresiva, hasta que por fin entendí qué hablaba.

- Pues vivir principalmente, aunque hasta hace un rato dormir...-dije mientras me estiraba el brazo y bostezaba, mientras con la otra mano me tapaba la boca - y yo pensé que te habías ido por matar a padre Taicho...-dije con una cara algo grogy mientras me rascaba las costillas con una mano en el lado contrario.

-Además, tu...-dije de pronto levantándome. Una especie de aura tranquila rodeó a Ai. No liberó riatsu pero se sentía que iba a suceder algo malo. De pronto se lanzó contra yasuyo, la sujetó los brazos, en un abrazo para que no pudiera moverlos y la levantó del suelo. Luego se acercó y la dió un sonoro beso de abuela en la cara, terminando con un lametón - ¡tu me das de fumar! -dijo con un tono completamente feliz. Si hubiera podido las lágrimas de gratitud se habrína resbalado por sus mejillas - ¿que iba a hacer yo sin ti?...

[FDP: Master, hemos cambiado el turno por que hacerlo al revés no tenía sentido. No voy a psotear para poner que estaba durmiendo...Espero que no importe este ligero cambio, aunque no creo que importe demasiado si hace falta lo cambiamos. Gracias]

Observé vacilante el pequeño espectáculo que tanto Kurotsuchi como Yasuyo habían montado en un momento. Cuando leí cada peculiaridad sobre la que destacaban todos y cada uno de mis nuevos subordinados, nunca hubiese llegado a pensar que habría alguien que reaccionase de esa manera.

Le palpé la cabeza a Yoshikawa dandole a entender que el asunto del pez pasaría por alto siempre y cuando no se fuese de misión con la cubeta a cuestas.

Luego le lancé una tenue mirada a Kagerou más que nada para que aflojase esa tensión que estaba acumulando.

-Bueno ya, vuestros chanchullos os los arreglais en la calle.- indiqué con dejadez- si quereis mataros hacedlo luego si quereis, ahora no estamos para circos.- me dirigí de nuevo al resto de integrantes.- Como bien sabeis, soy vuestro nuevo capitán, espero que os hayais divertido jugando en el agua.- no lo mencioné con mala intención pero la jugarreta del nombre había sido una estrategia de selección de intengrantes para las patrullas algo fuera de lo normal.- Ella es Yukushiji Kagerou, vuestra nueva teniente- no hice ningún ademan señalizador, daba por supuesto que sabrían perefectamente distinguirla por su insignia.

Inspiré hondo, saboreando el silencio, pensando. Ya sabía quien lo había resuelto todo y quien no, había sido tremendamente fácil que Shiki enviara a su "especial" gato a merodear por ahi cerca.

-El Comandante me ha ordenado que disponga para hoy tres grupos de patrullas por el Rukongai.

Me detuve, todavía espectante ante los ojos atentos de algunos.

-Los que hayan finalizado correctamente la resolución del acertijo y descubierto mi nombre quedan dispensados de la patrulla.- di un taconazo con el pie-Isayama Raion, Kurono Shen, Ashirana Iwashiro , patrullareis el distrito 40 Norte.- les localicé a los tres con la mirada- Shosuro Yasuyo , Gentatsu Tobikunai, Asakura Rin, patrullareis el distrito 50 Este.- interpuse un par de segundos de silencio.- Samanta O'Connor, Fuuru Bakamaru, Kurotsuchi Abazure, patrullareis el distrito 50 Sur- les eché un vistazo a ellos tambien.

Después de la asignación de las patrullas, me adelanté un par de pasos clavando mis ojos en Yoshikawa.

-Fasala... en ti delego una misión muy importante... -hice una pausa.- tendrás que cambiar el mosaico por otro nuevo, rellenar el lago de agua y suministrarnos peces nuevos, no quiero ver que Yoshikawa apadrina a todos los pescados que se encuentre moribundos por el suelo- sabía por el gato de Shiki que Fasala se había intentado cargar mi invento así que le iba a devolver la moneda- Yoshikawa... irás a la cuarta división, Hana-chan te dirá que hacer.

Después me fijé en el shinigami que había dejado para el final.

-Miyagi, te toca la guardia de día, que te acompañe alguien si quieres . Creí ver que el jovencito se encogía un poco.

-Todos aquellos a los que no haya nombrado quedan dispensados de misión oficial por hoy, tal y como he dicho, podeis ir preparandoos, salís dentro de una hora, vamos Kagerou.

Les dirigí una última mirada a todos y me abrí camino con una sonrisa alegre en el rostro para salir segundos después por la gran puerta corredera. Sin embargo, no había dado dos pasos cuando volví sobre ellos y asomé la cabeza por la puerta.

-Por cierto, me llamo Harada Shinju, un gusto en conoceros a todos. -Agité la mano para despedirme con una risilla algo suelta.

Pero después de aquello si que me fui, tenía muchas cosas que hacer, preparar e informar. Kagerou tendría asimismo una charla especial conmigo referente a la información sobre nuestros nuevos subordinados


[Nota del master: Los post de misiones los abrirá el admin con su nombre lugar y tiempo correspondiente junto con las normas especiales de turnos y demases. El capitan ya se ha ido así que si quereis postear para comentar lo que haya hecho o dicho, podeis, pero el post se cerrará pronto. Los post de misiones duran desde Mañana Avanzada hasta la tarde (7 horas de mision) pero se aplican las normas vigentes (es decir, si estas de mision, esta te abarca todos esos tiempos y no puedes postear en otros lugares). Los shinigamis que no van de patrulla tiene el servicio rutinario impuesto, es decir, entrenar aunque por ser el primer dia no se será tan estricto)

¡Santo Dios!

¿la guardia por el día? Era lo que menos le gustaba hacer de todo lo que había hecho a lo largo de su carrera. Kotaro se aburría enormemente siempre que había tenido que hacer la guardia aunque siempre era peor si tocaba por la noche.

Contempló con algo de temor y preocupación la figura del capitán al que respondía por harada Shinju. Aun llevando tiempo en el Gotei 13, nunca habia oído hablar de él ni una sola vez. No habia estado en la sexta, al menos no a la misma vez que él mismo, y tampoco habia oido de su inminente ascensión antes de la destitucion de su antiguo capitan.

Algo le daba mala espina con aquel shinigami, cuyo reiatsu le habia dejado intensamente conmocionado. Tragó saliva varias veces antes de levantarse una vez se hubo ido él. Y cuando se levantó hizo una torpe reverencia.

-Isayama-dono, disculpenme.

Se fue bastante agitado interiormente, tenía que prepararse para varias horas de tedio hasta que cayera la noche.

(FDI: Lamento el retraso ><)

Me habia dado toda la prisa que pude...Habia seguido a todo el grupo que se habia concregado en el patio principal...y aún asi....no lo habia conseguido...Ya habian empezado...Lo supe en el momento en el que al llegar pude ver las puertas cerradas...en aquel momento fue como si el mundo se me viniera abajo...ni nombre...ni puntialidad...ni nada...no habia conseguido ninguno de los objetivos que se me habian pedido

“el que llegue tarde también será destituido”

Finalmente...el mensaje de la tercera y ultima mariposa resono en mi cabeza como una sentencia irrebocable...no tenia excusa...y desde luego...habia demostrado que no servia para algo así...¿Para que habian servido aquellos años en la academia?...¿para que se habian esforzado tanto en convencerme de que buscase la independencia?

- ¿Para que...lo intento...?

Aquella pregunta salio por mis labios sin importarme si alguien me habia escuchado o no...despues de todo habia sido una completa injenua...Mi instinto me lo habia dicho nada más abrir los ojos por la mañana..."Hoy no sera un buen dia"...y como de costumbre no se habia equivocado...

- Al menos...no sere un incordio...

fue cuanto paso por mi cabeza mientras me ponia al lado de las escaleras que llevaban a la entrada y me dejaba caer al suelo...con el traje y el cuerpo aun empapados por el agua. Despues de lo que habia conseguido no me veia digna de presentarme tan siquiera...esperaria a que terminasen la reunion y una vez se hubieran ido todos aceptaria mi destino y desapareceria en el olvido tal y como nos habia avisado el capitan