Has matado a... (Bleach)

NORMAS:

1. Cada uno postea la muerte del personaje de bleach, mencionado por el utilmo usuario.
2. La estructura del post sera, texto describiendo la muerte y al final un nombre de un personaje de bleach cualquiera.
3. Se premia la imaginación.
5. Podeis utilizar cualquier recurso para describir la muerte, dentro de lo que tite kube tiene mas o menos formado.

Vale empiezo yo aunque sea el mas paquete en cuanto redaccion.

Byakuya apenas podia respirar, era imposible ese shinigami habia sobrevivido a su bankai. Una herida grave en el pecho, tiño el kimono rojo.
Iruka se encontraba a 50 metros de el, apenas podia sentir la empuñadura de su espada en su mano. La espada blanca con rubies incrustados que estaba en su mano, habia adoptado un color rojo por la sangre de Byakuya.
El cabello blanco de Iruka estaba echado hacia delante, dejando solo los brillantes ojos rojos, que pedian mas sangre.

Byakuya se puso firme nuevo, apenas podia levantar la espada del suelo. Ambos estaban a un ataque de la muerte, era el momento de la ultima jugada.

Byakuya señala hacia iruka, varios rayos blancos salen de su dedo. Pero la espada de Iruka los absorbe sin problemas.

La espada de iruka ardia y los rubies parecian que iban a estallar, alza la espada y apunta hacia Bykuya. La espada de Iruka libera un gran rayo blanco travesando a byakuya por completo. Este cae al suelo sin respiración creando un gran charco de sangre.

Soi Fong

La pequeña mujer miró a la rastafari, con el cansancio y el odio impreso en los ojos. ¿Qué le pasaba a aquella tipa? Llebaban largo tiempo peleando, y sin embargo, ella parecía no aquejarse de los golpes. Estaba segura que los daños infligidos a la muchacha eran mucho mas graves que los suyos, y sin embargo, ella seguía con aquella expresión burlona, con lso ojos ensombrecidos y esa sonrisa...

La mujer usó el shunpo y le atizó una patada en la cabeza, que la rasta no hizo ningún ademán de esquivar. Impactó de lleno en su cráneo y la arrastró un par de metros hacia atrás. Una sonrisa se dibujó en el rostro de la capitana, segura de su victoria, antes de que sus ojos por primera vez en mucho tiempo se tornasen en el frío asombro.

La joven volvía a levantarse, pesarosamente, pues no hacía nada por disimular su cansancio, mientras las gotas de sangre caían por el suelo. De nuevo una sonrisa se dibujó en su rostro y se quitó el cigarro de la boca, dejando escapar una gran bocanada de humo, viendo como la boquilla estaba impregnada en sangre, que luego escupió en un ademán desganado.

-¿Qué demonios quieres?...-dijo finalmente la mujer, que aún no entendía cómo aquella muchacha había empezado a pelear con ella y qué motivo tenía.

La rastafari rió y se acercó a soi fong un poco, haciendo que esta tomara posición de defensa. La capitana parecía nerviosa.

-Muy sencillo...-dijo la mujer d epelo morado - quiero tu sangre...

-Entonces...-dijo soi fong tomando impulso - Tendrás que ganártela!!...

La mujer saltó hacia adelante, mientras una sonrisa tranquila se dibujaba en el rostro de su oponente. Los ojos de Soi Fong se abrieron enormemente, contrayendo sus pupilas. La boca se entreabrió, dejando caer por sus comisuras la sangre, mientras todo su cuerpo convulsionaba en estertores apagados. Los finos hilos que ahora atravesaban el cuerpo de la mujer lo sostenían en el aire, como un pequeño pajarillo atravesado por diez mil flechas.

El resto del pelo se mecía con suavidad y sinuosidad, como el de una sirena flotando sobre el mar. Antes de que la sangre comenzase a resbalar por los hilso en dirección a ella, Soi Fong miró aterrada a su interlocutora, que deslizó hacia atrás su cinta de pelo. Sus ojos se clavaron en ella, para finalmente dejarse morir atravesada.

La mujer peliviolácea dejó caer el cuerpo con suavidad lo que hizo que se formara un gran charco de sangre a su alrededor, que se filtraba en la tierra. Mientras su pelo volvía a su estado natural, ella pasó la mano por él, impregnándola de la sangre de la capitana. La miró con respeto y expresión entristecida...

¿Por qué debía ser todo tan dificil?...

Antes de marcharse hizo una reverencia con la cabeza y volvió a colocarse la cinta. Se dió la vuelta, dejando el cuerpo ahí, en una posición digna, y mientras se perdía por el bosque, se veía como su figura acariciaba su mano contra sus labios, impregnándose del sabor de esa divina rival...


Bien, el siguiente a quien hay que matar es...Toshiro hitsugaya...

- Eva, no me dejas más opción que matarte – Hitsugaya desenfunda su zampakutô lentamente – Has quebrantado las leyes del Sereitei y serás castigado con tu muerte.

Eva tenia sobre el rostro una mascara de Hollow. Eva, había dominado completamente el cuerpo de un shinigami.

Las palabras de Hitsugaya no fueron respondidas por Eva. Este se limitaba a girar la cabeza y movía el cuello como los búhos sin articular ninguna palabra. La sangre de su zampakutô se había ya secado, las dos armas de fuego que sostenía en la mano volvieron a sellarse volviendo a tomar forma de katana.

- Sōten ni zase Hyōrinmaru – Grita hitsugaya mientras se lanza directamente hacia Eva.

El kunai de hitsugaya alcanza a Eva, este ni se mueve para esquivarlo. Congelado Eva totalmente, es atravesado por la espada de hitsugaya por el abdomen.

La espada de Eva absorbe el hielo que lo recubre, Hitsugaya tiembla de miedo al ver que sobre las manos de Eva sostiene a Hyōrinmaru. Las heridas de Eva ahora están recubiertas de hielo protegiéndolas para no desangrarse.

- Por fin tengo la más poderosa de las espadas agua/hielo – Dice Eva, su voz suena como si dos personas hablaran a la vez. Mientras zarandea su nueva zampakutô cortando el aire – Gracias, ahora debo matarme para dominarla completamente.

Hitsugaya gruñe y de un shumpo ambos se lanzan el uno contra el otro. Cada vez que chocan sus espadas forman grandes estacas de hielo que caen sobre el suelo con gran estruendo.

- ¡¡Muere!! Bankai Daiguren Hyōrinmaru – Grita hitsugaya, liberando su bankai, Eva se empieza a reir al ver el bankai. – Te destruire.

- jiajiajia – Rie Eva – Un capitán con la mejor espada agua/hielo y tiene el Bankai incompleto, que decepción.

Ambos se lanzan de nuevo, creando congelando todo a su paso.

- Si, esta incompleto pero solo necesito una pequeña parte de mi bankai para destruirte, Ryūsenka – Grita hitsugaya desesperadamente

Un chorro de hielo se dirige directo a Eva, el levanta a Hyōrinmaru y desvia el chorro con dificultad.

Fijate, has utilizado ese ataque el cual no me puede herir mientras sostenga a Hyōrinmaru. Y tu bankai a perdido parte de tus flores de loto, ¿cuantos tengo que esquivar? ¿Cinco quizas? – Eva convierte su espada en hielo y se lanza contra Hitsugaya.

Algunos curiosos que fueron a ver la batalla, fueron congelados por el uso descontrolado del hielo.

Hitsugaya se arrodilla sobre el suelo, habia agotado su bankai y no disponia ya de mas reiatsu.

Iruka coge la espada de Hitsugaya que se encontraba a varios metros de el y se la clava por la espalda.

- Puedes quedarte a Hyōrinmaru no es la clase de zampakutô que busco. – Eva se marcha por la cuidad congelada.

- Te pienso buscar en el infierno. Y pienso matarte eternamente – Hitsugaya tose escupiendo sangre.

Nos veremos en el infierno, y lo congelaremos – La espada de Eva vuelve a sellarse

Hay que matar a Aizen ^^

La mujer se encontraba tumbada en el campo, viendo el espectáculo...

Uno a uno, todos mis compañeros habían caído ante aquel pinfloid con gafas. Los cadáveres de mis compañeros teñían la verde hierba con el color granate de la sangre fresca. Yo le miraba con mi cara habitual, sin mover un músculo mas del necesario, con el tedio marcado en mis expresivas facciones...

El hombre comenzó a dirigirse hacia mí a paso lento, haciendo pesar cada uno de sus pasos como si mi muerte fuese a llegar al terminar éstos, haciéndome consciente del tiempo transcurrido y el tremendo silencio. Me levant´para quedarme sentada mientras el hombre continuaba andando, subiendo por la pequeña loma.

Su espada goteaba de la sangre de los que se suponía eran mis congéneres, dejando un reguero que apenas expresaba la destrucción que acababa de presenciar. Una vez llegó ante mí se detuvo y me miró, como si fuese e grano en el culo de la ameba mas pequeña del mundo...

-Únete a mí y sírveme, o muere...-dijo mientras me señalaba con la zampakuto.

Yo le miré, con completa apatía. Bostecé ante semejante frase épica sacada de una mala copia de braveheart y pasé mi mano por el filo de su espada,tomando la sangre de mis compañeros, la cual me llevé a la boca sin miramientos...

-¿tienes algo interesante que ofrecer?...- dije mirándole con una sonrisa

El hombre sonrió y me tendió la mano ayudándome a levantarme, mientras sonrientes contemplábamos su obra. Tomé una gran calada de mi cigarrillo y le miré,mientras él acercaba sus labios a los míos...

Nuestro primer combate había hecho que callese a mi merced, como un niño que juega con una mosca. Me acerqué a él con una sonrisa complacida, devolviéndole el beso...

En ese momento sus ojos se brieron y su primer impulso fué separarse de mí, cosa que desde luego no le permití. Le sujeté la barbilla con fuerza, pero suavemente mientras el tipo perdía la fuerza del cuerpo y su zampakuto resbalaba de sus manos. Intenó empujerme, zafarse, pero ya era tarde....

De sus fosas nasales salió un humo de color blanco, que hizo que le lloraran los ojos, una vez hubo terminado mi bocanada el hombre cayó al suelo, tosiendo y dando arcadas, intentó respirar, pero sus pulmones no le respondían y observé extasiada como se consumía en la lenta agonía de la asfixia mientras no paraba de llorar y su rostro se desencajaba. Una vez terminó de moverse, me senté a su lado y le di otra calada a mi cigarro...

Por fin había comenzado...

y es que sin duda había ido un juego de niños, como el que le arrancaba las alas a una mosca...

[A la siguiente a quien hay que matar es... Rangiku Matsumoto]

La mujer se me acercó con descaro desafiándome, rozándome con la punta de la espada alrededor del cuello.
-¿Crees que saldrás viva enana?
Simplemente agarre la espada por el filo, manteniéndola inmóvil mientras rápidamente aparecia justo delante de la cara de Rangiku. Esto provocó que me hiciera un corte que me atravesaba la palma de la mano de un lado al otro, con la mano herida, rodeé su cuello, dejandole una marca de sangre.
Me alejé de ella dando un salto hacia atrás.
Comencé una sonrisa-que empiece el show..
La mancha de sangre fue variando poco a poco, cobrando vida. Optó la forma de una corbata que se materializó, una corbata de un rojo sangre intenso, con una figura en el pico de abajo. Una araña negra azabache.
La corbata comenzó a estrangular a Matsumoto, ésta con todas sus fuerzas intentó quitársela, intentó cortarla con su zampakuto, intento de mil maneras quitarse esa angustia que la impedia su respiración. Pero no se daba cuenta de que cuanto más se resistia, más vida le daba a esa araña grabada en la corbata, que al final, acabó por cobrar vida.
La viuda negra trepó por la corbata hasta meterse dentro de la boca de Rangiku, abierta debido al ahogamiento. Ésta, se deslizo por la faringe hasta llegar a los pulmones, donde inyectó un veneno que sería mortal para ella...
La araña hizo que los pulmones de la mujer estallaran, y saliendo del pecho de ella, se volvió a unir a la corbata, que volvió a ser una mancha de sangre, que volvió a mi mano que cicatrizó.
Antes de irme, dejé una nota al lado del cuerpo inerte de la mujer..."Suicidio"

Edit: matar a Tosen

te has dejado a quien quieres que maten ahora ¬¬U